Inaugurarán iglesia dedicada a los 21 mártires cristianos decapitados por ISIS en Libia
(ACI) El próximo 15 de febrero inaugurarán en Egipto la iglesia dedicada a los 21 mártires coptos que fueron decapitados en Libia por los terroristas del Estado Islámico (ISIS) en el 2015.
La agencia vaticana Fides informó que asistirán los parientes de los cristianos asesinados. Aún no se ha confirmado si los restos mortales de estos serán trasladados al nuevo templo.
La construcción se inició en abril de 2015, con el apoyo del gobierno egipcio, en la localidad de Our que está cerca de la aldea de Samalot, en la provincia de Minya, de dónde provenía la mayoría de los mártires. El ISIS secuestró a los 21 hombres entre diciembre de 2014 y enero del año siguiente en Libia.
Sus cadáveres fueron hallados en septiembre de 2017 en la ciudad libia de Sirte y posteriormente identificados por el Departamento de Medicina Forense de Egipto.
Fides señaló que la inauguración de la iglesia fue programada para el 15 de febrero porque una semana después de su asesinato, el Papa copto Tawadros II decidió inscribirlos en el libro de los mártires de la Iglesia Copta y estableció que su memoria se celebre ese día.
En 2015 el ISIS difundió un video titulado “Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz”, en el que aparecen los cristianos coptos con trajes naranjas, antes de ser asesinados.
Uno de los asesinos dice “pueblo, recientemente nos vieron en la colinas de Sham y la tierra de Dabiq, cortando cabezas que han cargado con la cruz durante mucho tiempo, llenos de pesar contra el islam y los musulmanes. Hoy estamos al sur de Roma, en la tierra del islam, en Libia enviando otro mensaje”.
El Obispo copto católico de Guiza en Egipto, Mons. Anba Antonios Aziz Mina, dijo en esa ocasión que en el video se ve que las víctimas “en el momento de su bárbara ejecución, repiten: ‘Señor Jesucristo’”.
“El nombre de Jesús fue la última palabra en sus labios. Como en la pasión de los primeros mártires, confiaron en Aquel que pronto los recibiría. Y así celebraron su victoria, la victoria que ningún asesino podrá quitarles. Ese nombre susurrado en el último instante fue el sello de su martirio”, expresó el Prelado.
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