Un millón de niños alrededor del mundo se unirán para rezar el Santo Rosario
(Gaudium Press) Reconociendo el poder de la oración, especialmente aquella que viene de los niños, el próximo 18 de octubre tendrá lugar la iniciativa “Un millón de niños rezan el Rosario”, promovida por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). La propuesta, inspirada en las palabras proféticas que una vez pronunció San Pío de Pietrelcina: “Cuando un millón de niños recen el Rosario, el mundo cambiará”, tiene por objeto elevar una plegaria por la paz del mundo.
“El gran poder que reside en la oración de un corazón infantil queda demostrado por el hecho de que Dios mismo eligiera en Fátima a tres niños para revelarnos los medios espirituales con los que hubiéramos podido protegernos del poder satánico del comunismo ateo o impedir la Segunda Guerra Mundial. Por desgracia, los ‘adultos’ no se tomaron lo suficientemente en serio este mensaje y, como consecuencia, millones de personas murieron”, dice misiva de la Fundación Pontificia AIN, firmada por su Presidente, el Cardenal Mauro Piacenza; y Asistente Eclesiástico, Padre Martín M. Barta.
“Cuando un millón de niños recen el Rosario, el mundo cambiará”: Padre Pío de Pietrelcina / Foto: millionkidspraying.org
De acuerdo con la Fundación Pontificia, hoy el mundo se enfrenta a situaciones parecidas y la paz está en riesgo en varios niveles. Por esta razón -sigue el mensaje- “los hombres necesitamos la ayuda y la protección de la Madre de Dios que aplasta la cabeza de la serpiente”.
Este año habrá una petición especial: “Vamos a ofrecer esta campaña de oración por los niños de Siria, víctimas inocentes de una guerra interminable”, como se destaca en el sitio web millionkidspraying.org.
Plegaria que hace eco del mensaje que dirigieron los patriarcas católicos y ortodoxos de Siria en junio de 2016 al celebrarse el Día del Niño: “Los niños de Siria, nuestra patria, son los hermanos y hermanas pequeños del Niño Jesús doliente, a los que, desde hace más de cinco años, esta cruel guerra viene lastimando, traumatizando y matando. Muchos han perdido a sus padres y a todo lo que les importaba. Innumerables de ellos han nacido con la guerra ya comenzada y no saben qué es la paz. Sus lágrimas y su sufrimiento claman al cielo (…)
A Él, a Cristo, Rey del Universo, que como niño delicado sujeta el orbe en su mano desde los brazos de su madre, le rogamos que bendiga a los niños sirios. A Él, el único que puede traernos la paz, le imploramos: ‘¡Protege y salva a los niños de este país! ¡Escucha nuestras plegarias! ¡No vaciles más en devolverle la paz a nuestro país! Mira las lágrimas de los niños, seca las lágrimas de las madres y haz que los lamentos lleguen a su fin'”.
El rezo del Rosario será el miércoles 18 de octubre a las 9:00 horas desde el lugar donde estén los niños y enmarcado en el acontecimiento de Fátima ocurrido hace cien años. Para guiar la oración, se ha dispuesto en el sitio web de la iniciativa un folleto informativo en el que se explica el modo de rezar, y se exponen por cada misterio del Santo Rosario una intención especial, incluyendo, además, la Consagración de los Niños a la Madre de Dios.
“Un millón de niños rezan el Rosario” es una iniciativa que nació en 2005 con un grupo de mujeres en Caracas, Venezuela, quienes reconocieron el poder que tiene la oración que es pronunciada por los niños. La Fundación Pontificia AIN hizo suya esta propuesta y desde hace unos años anima la iniciativa alrededor del mundo.
Consagración de los niños a la Madre de Dios
María, Madre mía, lleno de alegría acudo hoy a Ti para entregarte todo mi corazón. También Te regalo todo lo que tengo y hago: toda mi vida.
Quiero presentarte a todos los que están en mi corazón: a mis padres, mis hermanos y a todos mis amigos, pero también a todos los que me han hecho daño.
Sé Tú nuestra Madre, bendícenos y protégenos. Como Tu hijo quiero amarte como a mi Madre y rezarte fielmente. Cada día quiero pensar en que Te pertenezco.
Madre, soy Tuyo para siempre. A través de Ti y contigo quiero pertenecerle totalmente y para siempre a Jesús. Amén.
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