No te pierdas la tremenda historia de Eneida y el plan de Dios para su “rescate”
Nació en una zona de Colombia donde los niños crecen normalizando la violencia y los abusos de todo tipo. A los 13 años se marchó de casa. Ha vivido en tierra de nadie desde entonces, en bucle con relaciones marcadas por los malos tratos y el abandono.
Nunca oyó hablar seriamente de educación sexual, de la maternidad o de la dignidad de la mujer. Y nunca dejó de hacerse cargo de sus dos primeros hijos (el primero a los 15 años de edad), también con el apoyo de su madre. Tuvo ideas suicidas. Se refugió en el trabajo y en el alcohol.
Tocó con los dedos el salvavidas de la Iglesia a través de Lazos de Amor Mariano, pero se volvió a alejar. Odió la maternidad mientras seguía mendigando cariño de cualquier manera.
No podía trabajar legalmente pero le facilitaron todo para abortar
Buscando un futuro para ella y sus dos hijos mayores viajó a España. Sola, sin recursos ni amigos, ni familia, se repitió la historia: la relación falsa, los malos tratos, el embarazo no deseado, el abandono… Solo una novedad: aunque no tenía permiso para trabajar de forma legal en España, todo fueron facilidades para que pudiera abortar.
Eneida cuenta su experiencia de lo que pasó cuando fue a abortar, “allí donde a una se le muere el corazón”. Le practicaron el aborto, pero algo salió mal y a punto estuvo de morir desangrada.
Pese a todo, cuando se recuperó volvíó a echar tierra sobre su vida y sus heridas, y aborreció aún más la maternidad.
“El Señor está ahí” y no le queremos ver
Siguió en bucle y surgió un nuevo embarazo. Esta vez, Dios se puso serio con esta niña perdida y activó un plan de emergencia para su rescate.
Se manifestó el poder de oración de 40 Días por la Vida, las conexiones de Lazos de Amor Mariano, la generosidad y el refugio en Hogar de María, el acompañamiento de un sacerdote, el sacramento de la Confesión. “Sentí todo el apoyo de la Iglesia” dice Eneida.
La maquinaria en marcha sirvió no solo para que naciera la preciosa Mariana, sino para que su madre por fin, también viera la luz de la vida.
Esta su historia (resumida), y compartiéndola aquí, Eneida Martínez espera poder abrir una puerta de esperanza a otras mujeres y que sepan lo que Dios puede hacer con la vida de cada uno de sus hijos.
𝗡𝗢𝗧𝗔: 𝗔𝘂́𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝗮 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝗺𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗮 𝗱𝗲 𝟰𝟬 𝗗𝗶́𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗩𝗶𝗱𝗮
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