Del postureo de Nicodemo a la gran revelación de Jesús: ¿cómo nacer de nuevo para tener vida eterna?
Nicodemo es un discípulo un tanto peculiar. De algún modo, como dice el padre Valentín Aparicio, Nicodemo sigue a Jesús un poco “desde el postureo”, de noche, cuando no puede ser visto por otros judíos, por miedo al qué dirán o para no quedar mal. Así eran sus encuentros con Jesús, un poco a escondidas.
Nicodemo va comprendiendo que no sólo que Jesús es el Maestro sino que también irá reconociendo que Él es el Mesías.
El momento culmen en el que se detiene D. Valentín en este capítulo de ‘Escenas de la vida de Jesús’ es cuando el evangelista atribuye estas palabras de Jesús a Nicodemo: “tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo Único, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”.
Le costará a Nicodemo entender esto, y también cuando Jesús le dice “tienes que nacer de nuevo, porque si no naces de nuevo, no tienes vida”. A nosotros puede que también nos cueste comprender todo el significado y el alcance de esta frase.
El evangelio de san Juan relata los episodios de la vida pública de Jesús con una dimensión diferente, con una intencionada ambigüedad en el uso de las palabras. Nacer de nuevo y nacer de lo alto es nacer del agua y del Espíritu’ (Santo), y también de la Cruz.
Es muy importante desgranar el sentido pleno de todas las palabras escritas por el evangelista. Por eso, os invitamos a escuchar con atención las explicaciones del padre Valentín Aparicio, vicerrector del Seminario Mayor de Toledo, que en estos programas nos ofrece una lectura ampliada, una visión enriquecida de La Palabra, en esta temporada a través del Evangelio de san Juan.
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