Cáritas Española invirtió más de 457 millones de euros para ayudar a casi 3 millones de personas dentro y fuera de España
Las dificultades de las familias para mantenerse a flote por el por el impacto de la subida del coste de la vida y la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania marcaron la labor de Cáritas Española en el año 2022 el año pasado. Así lo refleja la Memoria Anual 2022 presentada por la institución de la Iglesia católica, que invirtió la cifra récord de 457,2 millones de euros (un 13,4% más que en 2021) para ayudar a casi 3 millones de personas a través de los diferente proyectos y recursos que gestiona, tanto en España como en acciones de cooperación internacional en terceros países.
Los datos de la Memoria Anual de Cáritas reflejan las graves dificultades que ha supuesto la crisis inflacionaria para muchos hogares. En el programa de Acogida y Asistencia se atendieron en el último año a 1.191.853 personas, casi un 17% más que antes de la pandemia (2019). La mayoría de las ayudas fueron para el acceso a alimentos, el pago del alquiler de sus viviendas o de las facturas de suministros básicos.
La vivienda se ha convertido en un pozo sin fondo para los ingresos de las familias. Solo en ayudas para vivienda, Cáritas invirtió 54 millones de euros. Como consecuencia del aumento del coste de vida, las familias dedican una mayor parte de su presupuesto a pagar la vivienda y a otros gastos esenciales. Dedicar más recursos de los recomendados a la vivienda supone que no se alcanza a cubrir otras necesidades básicas y se generan más deudas por impagos.
La atención de la emergencia social ha sido una prioridad y la red de Cáritas logró aumentar una vez más más los fondos invertidos en programas de Economía Solidaria. Con una dotación total de 117,5 millones de euros, se consiguió atender a un 11,7% más de personas en busca de empleo respecto al año 2021. Las iniciativas vinculadas al empleo y a la economía social requieren más inversión económica, pero son más efectivas a largo plazo y tienen un efecto más recuperador de la persona, para ponerle en un camino digno hacia su autonomía.
Programas de atención social
Los otros programas que más recursos utilizaron a lo largo del año pasado fueron los de personas en situación de sin hogar (38,8 millones), personas mayores (35 millones) y los de familia, infancia y juventud (29,6 millones), entre los más relevantes.
Este importante esfuerzo económico (unos 54 millones más que en 2021) ha sido posible gracias al generoso apoyo de miles de socios, donantes y colaboradores privados, que han aportado más de 304,2 millones. Junto a ello, destaca también el esfuerzo de las distintas Administraciones Públicas, que aportaron a los programas de Cáritas un total de 152,9 millones de euros. Un 24,2% más que el año anterior.
Detrás de toda la actividad de Cáritas se encuentran 72.447 personas voluntarias y 5.531 trabajadores contratados.
Emergencia humanitaria en Ucrania
Los otros proyectos proyectos y estrategias que han exigido un mayor esfuerzo financiero y de personas atendidas han sido los de Cooperación Internacional. En 2022, se destinaron más de 23,6 millones de euros y se atendieron a 1.270.274 personas, un 26% más que el año anterior. Buena parte de ese incremento estuvo motivado por la emergencia humanitaria causada por la guerra en Ucrania y que ha provocado el desplazamiento forzoso de un tercio de su población.
Cáritas Española apoyó a 48.084 personas en Ucrania y a 7.883 en los países limítrofes. A lo largo de 2022, la red de Cáritas diocesanas atendieron en España a 5.378 personas ucranianas. Al mismo tiempo, la institución continuó con sus actuaciones en otros 40 países de América, Asia, Medio Oriente, Norte de África y África subsahariana de una manera estable y consolidada, para llegar a las personas en situación de mayor vulnerabilidad y pobreza.
Austeridad en los gastos internos
El 66% de los recursos de Cáritas es de origen privado y un 33% procede de las administraciones públicas. En los dos últimos años, Cáritas Española ha incrementado los recursos económicos para afrontar las consecuencias de la crisis económica también gracias a la política de austeridad que viene aplicando en el apartado de gestión y administración de la institución. Así, de cada 100 euros invertidos en acciones de lucha contra la pobreza, solo se han destinado a gastos de gestión 5,9 euros.
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