“La Sirvienta”, un viaje mágico del presente al pasado para descubrir una Iglesia con rostro de mujer
“La Sirvienta” es la última y estupenda película de Pablo Moreno, protagonizada por Cristina González del Valle, también estupenda, a la cabeza de un reparto brillante. Se estrena en cines de España el 24 de marzo y muy pronto en más países.
“La Sirvienta” es la historia de Vicenta María, una mujer que entregó su vida a la defensa de la dignidad, la igualdad de oportunidades y los derechos de la mujer. Tal vez no tendría nada de especial, si no fuera porque nació un 22 de marzo de 1847. Así que ahora tendría 176 años. Por eso es impresionante lo que llegó a conseguir esta mujer para otras mujeres hace casi dos siglos. Porque la época que le tocó vivir a Vicenta María “sí era realmente un patriarcado“, recuerda el director del largometraje.
Pablo Moreno fue descubriendo que había que viajar del presente al pasado para mostrar una “Iglesia con rostro de mujer”, la de hace dos siglos y la de hoy, que sigue atendiendo los mismos problemas y a las mismas personas que no encuentran respuestas ni soluciones en la sociedad. El director sintió que Vicenta María le pedía otra cosa. Y con la película casi terminada, se vio “obligado” a rehacer todo el trabajo, recomponer la historia, y arroparla con la música sorprendente de Óscar M. Leanizbarrutia… “Creyeron que me había vuelto loco”, reconoce Pablo Moreno. Pero no. La respuesta de todo el equipo y el reparto, y el resultado, demuestra que todo tenía un mayor sentido.
Cristina González del Valle, la actriz protagonista, nos cuenta que quedó impactada por el personaje. “Fue una visionaria”. Merece la pena desempolvar historias de mujeres como esta, que se anticiparon y pusieron manos a la obra para cambiar el mundo, dice la actriz. “Nunca he interpretado a una mujer tan valiente, tan decidida”. “Como actriz ha sido un viaje maravilloso, pero como persona mucho más”.
Cristina todavía se emociona recordando algunos “momentos mágicos” del rodaje de este biopic de santa Vicenta María, fundadora de la Congregación de Religiosas de María Inmaculada.
Con su empeño, su vocación de servicio y su respuesta a la llamada de Dios, Vicenta María López de Vicuña cambiaría de forma radical la vida de otras mujeres, en su mayoría jóvenes sin recursos y, a menudo, también con muy poca suerte. Siendo niña, ya tomó conciencia del sufrimiento y el desarraigo que sufrían las jóvenes del mundo rural que debían emigrar a las ciudades en busca de sustento. Muchas veces acabarían explotadas, sin oportunidades y sin dignidad.
Vicenta María fue beatificada por el Papa Pío XII, el 19 de febrero de 1950 y canonizada por Pablo VI el 25 de mayo de 1975. Con solo 21 años decide fundar la Congregación de Religiosas de María Inmaculada. Esta institución católica nació para responder a las necesidades de las jóvenes que inmigraban del campo a la ciudad en busca de trabajo, y se encontraban sin hogar, sin trabajo, sin medios para subsistir. Hoy sigue acogiendo a adolescentes y jóvenes, inmigrantes o no, en sus Residencias, Centros Educativos de Formación Profesional, Centros Sociales, y otras plataformas apostólicas, acompañándoles en su proceso personal de crecimiento en todos los ámbitos para que encuentren su propio camino y su puesto en la sociedad”.
En la actualidad, la Congregación fundada por Vicenta María está presentes en 21 países del mundo, con 123 comunidades.
“Hacer la voluntad de Dios en todas las cosas es lo que yo quiero” (Vicenta María).
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