Orquesta que tocó para Pablo VI en Colombia acompañará este año al Papa Francisco
(ACI).- La Orquesta Filarmónica de Bogotá, que tocó durante la visita del Papa Pablo VI a Colombia en 1968, acompañará este año al Papa Francisco durante su viaje apostólico a ese país. Así lo confirmó a ACI Prensa su Directora General, Sandra Meluk.
La Orquesta Filarmónica de Bogotá cumple 50 años este 2017 y recibe como un regalo especial la participación en la Misa del Papa en el Parque Simón Bolívar, en la tarde del próximo 7 de septiembre.
En diálogo con ACI Prensa, Sandra Meluk destacó que “la visita del Santo Padre es una visita muy importante para nosotros. En 1968 recién fundada la orquesta, esta orquesta tocó en la visita del Papa Pablo VI, entonces ahora tener la oportunidad de tocar para el Papa Francisco es muy importante para nosotros”.
El Papa Francisco es el tercer Pontífice en visitar Colombia. Antes que él llegaron Pablo VI, en agosto de 1968, y San Juan Pablo II, en julio de 1986.
“Obviamente la ciudad, como anfitriona que es del Papa, realmente está volcada a que la experiencia de él y de todos los feligreses a su alrededor sea una muy buena experiencia”, dijo, y aseguró que Bogotá “va a recibir con los brazos abiertos al Papa”.
“En el momento que supimos que el Papa venía, y que la ciudad era el anfitrión aquí, pues inmediatamente pedí que la Orquesta Filarmónica estuviera presente y nosotros estamos muy felices de tocar la Misa”, recordó.
La Directora General de la Orquesta Filarmónica de Bogotá explicó que la música de la Misa del Papa en Bogotá será del compositor colombiano Luis Torres Zuleta, y será orquestada “por otro compositor colombiano, el maestro Juan Antonio Cuéllar”.
“Estamos muy contentos además de tener esa presencia colombiana en el marco de la Misa papal”, destacó.
Meluk precisó que la música de la Misa “no es una música basada en ritmos colombianos”, sino que “es una Misa escrita hace varios años realmente para el servicio religioso”.
La Orquesta Filarmónica tiene un “papel fundamental” en la capital de Colombia, explicó también, pues se ha esforzado desde su creación por “democratizar y acercar la música sinfónica a todos los ciudadanos”.
Entre sus varios proyectos, que abarcan tanto a niños como jóvenes y adultos, “trabajamos en 31 colegios distritales de la ciudad, en 18 barrios diferentes”, dijo Meluk.
A las presentaciones de la Orquesta asisten muchos jóvenes y familias con niños. Y esto, asegura su Directora, tiene una gran relación con el trabajo que realizan en las escuelas.
“El habernos acercado y tener el proyecto escolar hace que para niños que seguramente no tenían ninguna relación con la música clásica en otro momento, el violín se volvió parte de su vida diaria o el trombón. Entonces ya no solamente va a su práctica musical diaria musical en el colegio o en el centro orquestal sino que quiere ir con su familia a ver a la Orquesta Filarmónica de Bogotá”, señaló.
“Nosotros tenemos a nuestro cargo aproximadamente 20 mil niños de la ciudad. Cuando uno tiene 20 mil niños a su cargo, significa por lo menos 100 mil personas a su alrededor. Porque el niño que va a la clase de violín, pues el papá lo lleva, van al concierto el papá, la mamá, la abuelita y un hermano al menos”, dijo.
Para Sandra Meluk, “el arte musical además tiene una virtud increíble, y es que uno no necesita ningún referente para disfrutarlo. Si yo voy a un concierto de vallenato, aunque no sepa de vallenato, yo me siento y disfruto del concierto. Aunque yo no sepa de música clásica yo me siento en el concierto y lo disfruto, no tengo que tener un bagaje intelectual para acercarme”.
Pero la música tiene además un importante papel en la cultura de paz que se busca cimentar en Colombia, en un momento histórico en que la Iglesia ha alentado reiteradamente a la reconciliación.
En un concierto musical de la Filarmónica, explicó, “nos vamos a sentar a escucharnos unos a otros, yo creo que ese ya es un ejercicio muy importante para la ciudadanía”, y a tener “un momento para reconocer a los otros”.
“La única manera de que una orquesta de jóvenes funcione es que uno toque al lado del otro, que pueda seguir las instrucciones, que todos nos sintamos corresponsables de lo que está pasando”, explicó.
“Como nosotros estamos trabajando en las 20 localidades de la ciudad, permeamos distintos tipos de ciudadanos: hay niños que vienen desplazados, niños que vienen de situaciones difíciles, pero tienen una oportunidad única de sentarse con un violín en una orquesta a tocar con otros niños sin importar cuál sea el bagaje que tienen, sin importar de dónde vienen, sin importar quiénes sean sus papás, sino porque vamos a hacer la tarea de hacer música juntos”, destacó.
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