¿Cómo meditar en los misterios del Santo Rosario?
Artículo de Hozana.org – Octubre es el mes del Santo Rosario. Esta oración, que se reza con un rosario en mano, nos invita a meditar en distintos momentos de la vida de Cristo. De hecho, a medida que rezamos las Avemarías, nuestro corazón comienza a abrirse, poco a poco, para contemplar la belleza de estos misterios y los frutos que producen en nuestras vidas.
Recordemos que, en cada decena del Rosario se dedica 1 Padre Nuestro, 10 Avemarías y 1 Gloria al Padre a uno de los 20 misterios del Rosario. Alguna vez te has preguntado ¿cómo rezar estos misterios?
Existen muchas formas de meditar en los misterios mientras rezamos, las cuales podemos alternar o combinar, en función del tiempo que tengamos disponible, el lugar donde estemos y nuestras preferencias:
- Antes de comenzar la decena, podemos dejarnos tocar por la Palabra de Dios, mientras leemos un pasaje del Evangelio, o un solo versículo relacionado con el misterio que se va a rezar. Por ejemplo, podemos comenzar el primer misterio luminoso -el bautismo de Cristo- acogiendo el versículo del Evangelio de Mateo que dice: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección” (Mateo 3:17).
- También se puede contemplar el acontecimiento relacionado con el misterio en cuestión mediante una imagen física, o visualizándolo interiormente con nuestros ojos espirituales. De esta forma, podemos estar presentes en el pesebre para meditar en el misterio de la natividad, o ser uno de los invitados a las bodas de Caná.
- Además, también podemos pedir a la Virgen que nos dé las gracias de cada misterio, a través de diferentes oraciones e invocaciones específicas para cada uno de ellos. Por ejemplo, con el cuarto misterio doloroso, –Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario- se puede pedir la paciencia en medio de las pruebas.
No olvidemos que, existen diferentes formas de fomentar y afianzar la práctica de esta hermosa oración: rezando con otras personas, yendo a la parroquia durante los momentos de oración específicos, uniéndose a un grupo de Rosario Viviente cerca del lugar donde vivimos, o simplemente descubriendo las diversas comunidad. Así que, ante tanta variedad, ¡recemos el Santo Rosario sin cesar!
Autor: Alice Ollivier | Traducción: Sharael Sánchez
Imagen: Thiago Damiao
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