Hagamos examen de conciencia: ¿El amor a Dios y al prójimo realmente orientan nuestra vida?
Antes del tradicional rezo del Ángelus dominical con los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco comentó la Lectura del día en la que se proclaman los dos primeros Mandamientos: Amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y todas las fuerzas, y amar al prójimo como a nosotros mismos.
No basta con leer y saber que hay que amar a Dios y al prójimo, ha advertido Francisco. “La Palabra del Señor no puede ser recibida como una noticia cualquiera, debe ser hecha propia, debe ser rumiada”, interiorizada, asimilada, para que realmente oriente nuestra vida diaria. Cuando eso sucede, “significa que Dios está en nuestro corazón y que no estamos tan lejos del reino de los cielos”.
“El gran Mandamiento debe resonar en el cajón de nuestro corazón y ser asimilado por nosotros, hasta convertirse en voz de nuestra conciencia para que no sea palabra muerta”. De esta forma, dijo el Papa, “cada uno puede convertirse en una traducción diferente y original, pero viva y eficaz de la única Palabra” y del amor que Dios nos regala.
El Señor busca corazones dóciles que, acogiendo íntimamente su Palabra, se dejan transformar por dentro, ha dicho Francisco. Por eso es tan importante tener siempre cerca el Evangelio, y no solo para leerlo, sino para apasionarse con la Palabra, “dejar que Dios entre en nuestro corazón y nosotros demos fruto“.
Hagamos resonar en nuestro interior esas palabras del Evangelio de hoy, ha pedido el Papa: Amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a nosotros mismos, recordó, para después lanzar una pregunta: Estos mandamientos ¿se reflejan realmente en nuestra vida diaria?, ha preguntado el Papa.
Esas palabras deben impregnar todos los ámbitos de nuestra vida, ha dicho Francisco. Y nos exhorta el Pontífice a hacer examen de conciencia al irnos a dormir, para ver si hemos amado al Señor y hemos dado un poco de bien, un poco de amor, a los que nos hemos encontrado durante el día.
Tras el rezo del Ángelus, el Papa ha hecho una llamada a rezar para que en la Cumbre de las Naciones Unidas por el Clima (COP26) que se reúne en Glasgow “para que el grito de la tierra y de los pobres sea escuchado”.
También ha dicho Francisco que su pensamiento y oraciones están con las zonas castigadas por las inundaciones en Vietnam y en Sicilia y ha animado a los presentes a “no olvidar Haití”.
Imagen: VaticanNews
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