Emotivo testimonio de Javier: una mirada de misericordia ante el suicidio
¿Qué es lo que hay entre un puente y un río? Así comienza la historia de Javier Díaz que ha transmitido en el libro que ha escrito llamado de la misma forma que la pregunta. En apariencia no hay nada en común entre estos dos elementos pero ésta historia es una historia de misericordia, una mirada de misericordia ante el suicidio. La madre de Javier se suicidó, este acto tan silenciado en la sociedad en la que vivimos. Ante esta realidad que muchas personas viven se pone de manifiesto un silencio, como así relata la introducción del libro, y un vacío sobrecogedor como la altura de muchos puentes. También como el dolor y la muerte para la persona que lo vive cerca y especialmente si eres creyente.
Si eres creyente las preguntas que aparecen van dirigidas a Dios, ¿Dónde estabas? ¿Por qué no lo impediste? ¿Por qué no permitiste que lo impidiera yo? Por eso, el propósito de Javi con este libro y este testimonio no es presentar un estudio sistemático sobre el suicidio, ni tratar de ponernos en el lugar de Dios para responder a estas preguntas que hemos realizado anteriormente. El testimonio puede considerarse como un ensayo, un análisis sociológico sobre la realidad del suicidio.
Javier, de 33 años, está casado, es licenciado en psicología y recientemente ha sido padre. Hace ya una década que su madre se suicidó. Un 16 de diciembre del año 2009. Todavía recuerda el dolor, las preguntas, las culpas y los miedos que vinieron después de este suceso. Pero también el consuelo, el la esperanza, el sufrimiento abrazado y lleno de sentido. El título del libro es del santo cura Ars. “Cuentan que una viuda fue a Ars, angustiada y desolada tras la trágica muerte de su marido, que se había suicidado tirándose por un puente. Los médicos le recomendaron que viajara por su estado de tristeza y depresión. El Santo Cura de Ars, que salía en aquel momento de la catequesis de las once, se detuvo delante de una señora enlutada, se inclinó a su oído y le dijo: Se ha salvado.
Por eso, esta historia la de Javier y su madre, ‘Entre el puente y el río’ cabe la misericordia de Dios. Sean cual sean los métodos, las circunstancias personales y el estado mental que rodea a un suicidio, siempre queda una brecha para la esperanza donde cabe sin duda la misericordia divina. El comienzo de la historia coincide con el comienzo del libro y es la certeza de que la última palabra sobre la vida de cada uno la tiene Dios. En el transcurso de este camino, que es la vida, tenemos que seguir atravesando nuestro propio puente que como bien dice el libro “nos lleve a todos a comprender la realidad del sufrimiento del suicidio, y a iluminar nuestra vida y la de los demás tendiendo puentes de esperanza”.
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