Judas representa el lado oscuro de cada uno de nuestros corazones

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Os presentamos un programa más del Padre Valentín donde nos descubre a través de explicaciones sencillas pero didácticas a diferentes personajes de la Biblia. En este nuevo capítulo explicaremos la relevancia de la figura de Judas en la Vida de Jesús. Cuando comienza la escena de Getsemaní Jesús en el huerto de los olivos pronuncia una frase estremecedora: “Mi alma está triste hasta la muerte”, es decir de una tristeza mortal.

Como bien explica el Padre, a cualquier persona esto puede parecer una nota con cierto dramatismo pero para alguien que conozca bien la Biblia, la expresión tristeza mortal sólo aparece en dos sitios de las Sagradas Escrituras. “Aparece en el huerto de Getsemaní y dos, en el libro de los proverbios. Porque en el libro de los Proverbios del Antiguo Testamento hay uno que dice: mi alma tiene una tristeza mortal, la misma expresión en en el Evangelio”, explica el Padre Valentín. Es una tristeza que proviene de la traición de un amigo porque el dolor más fuerte que durante su pasión experimentó Jesús no fue la crucifixión sino la traición de aquella persona a la cual Él amaba, su amigo que era Judas.

El Padre nos hace reflexionar cómo la imagen de Judas es una imagen que para cada uno de nosotros debe resultarnos no una imagen amiga pero sí familiar. “Porque las fronteras entre Dios y el mundo no pasan por la puerta de la Iglesia sino pasan por dentro de mi corazón, esto quiere decir que Judas representa el lado oscuro de cada uno de nuestros corazones y la fuente de mayor tristeza para el corazón de Jesús, es la traición”, explica. ¿Y quién es el amigo de Jesús? todos nosotros. Y es que Cristo estuvo hasta el último momento intentando ganarse el corazón de Judas. “Judas no estuvo en el momento en el que Jesús tomó el pan y lo consagró, es decir, Judas no comulgó en la Última Cena pero si que estuvo en el lavatorio de pies al inicio de la Última Cena”, comenta. Hay algo que nos explica el Padre y que no aparece en los Evangelios y es la mirada que Jesús y Judas se intercambian en ese momento. “Hasta el último momento Jesús estuvo intentando conquistar con su amor y con su misericordia el corazón de Judas”, recalca el Padre Valentín.