Amelia, Madre de Pachús: una historia de esperanza, perdón y oración

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Amelia es la Madre del Padre Ramón Alfredo Miranda, más conocido por su testimonio de conversión que ofreció a este mismo canal de Mater Mundi TV como Padre Pachús. En esta dura pero preciosa historia de conversión caben más protagonistas, y ellos son sus padres, especialmente el papel de su madre Amelia. La historia de Pachús es también una historia de amor de unos padres que siempre creyeron en la esperanza y en la voluntad de Dios, confiaron plenamente en él a pesar de todas las dificultades que la vida les puso por delante cuando Ramón de adolescente se encontraba como muchos adolescentes perdido. “Él se crió como sus hermanos en un ambiente de fe y la verdad es que en ese aspecto, los primeros años bien”, explica Amelia.

Las complicaciones empezaron en el colegio. “Hubo un momento un poco difícil, él mismo lo cuenta en su libro, ‘Me enamoré de un leproso’ cuando nos percatamos que todo lo que describe en el libro era la realidad. Me gusta resaltar la nobleza tan grande que tuvo frente a una situación complicada que tuvo en el colegio con un amigo que le traicionó pero él nunca le delató”. Fue un momento que lo recuerdan como duro. Fue castigado por ese incidente y ya a partir de ahí se empezaron a dar cuenta que su hijo podríamos decir que se estaba excesivamente independiente . “El ambiente de nuestra familia siempre fue el de una familia numerosa, que íbamos siempre juntos, hacíamos planes juntos”. En todo este escenario, hubo un momento decisivo que fue cuando les cambiaron de colegio. El cambio de colegio a Ramón le afectó mucho reaccionando de una manera ya complicada de gestionar. La relación con sus padres tampoco era estrecha, era muy independiente y tampoco tenía muchos amigos en aquel momento.

“Yo ahora me emociono de la cantidad de amigos que tiene ahora, pero en aquel momento no tenía muchos. Era una persona muy para sí mismo. Con el cambio de colegio empezamos a ver que si antes habíamos estado pendientes de él, ahora teníamos que estar mucho más”, explica. Unos momentos en los que también Ramón estaba bastante alejado de la Iglesia, si participaba era lo justo. “Para nosotros la fe ha sido fundamental”. Sobre todo en la segunda etapa, donde los padres de Ramón ya vivieron momentos complicados por el comportamiento de su hijo que derivó en una situación aún más compleja por la que tuvieron que expulsarle del colegio. “Nos dijeron que nuestro hijo no podía permanecer en ese colegio, fue un momento durísimo y como padres nos preguntamos qué podíamos hacer y nos dijeron que nos aconsejaban un colegio, un internado. Nos miramos mi marido y yo, miramos al cielo los dos y dijimos, adelante”, explica emocionada Amelia.

Se fiaron del colegio cuando les dijeron que les podían ayudar. “Me costó mucho cuando le estaba marcando su ropa para irse, ea sensación de decir, los otros tres hermanos se quedan en casa, había un hijo que se nos iba de domingo a viernes por la tarde íbamos a tener un hijo que no iba a estar con nosotros”, explica.