Este bebé con síndrome de Down sanó por intercesión de fundador de los Caballeros de Colón
(ACI) Esta historia es sobre el decimotercer hijo de la estadounidense Michelle Schachle, un bebé con síndrome de Down que padeció una grave condición que puso en riesgo su vida, pero que fue sanado por un milagro atribuido a la intercesión del P. Michael McGivney, fundador de los Caballeros de Colón.
Un día, la familia Schachle, de Dickson, Tennessee, descubrió que su bebé no solo tenía síndrome de Down, sino también hidropesía fetal, una condición poco común y generalmente fatal en la que se acumula líquido alrededor de los órganos vitales de un niño nonato. Michelle y su esposo rezaron pidiendo sanación al P. Michael McGivney.
Al bebé no nacido no se le dio “ninguna esperanza” de vida debido a la combinación de hidropesía fetal y síndrome de Down.
“El médico que dirigía la clínica neonatal de alto riesgo en la Universidad de Vanderbilt nos dijo que había estado haciendo esto durante 30 años y que nunca había visto a un niño sobrevivir al diagnóstico”, dijo Daniel, el padre del bebé, a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI. Michelle ya había perdido a un hijo y estaba abrumada por el miedo a que volviera a suceder.
Pedir la intercesión del P. McGivney fue obvio para la familia Schachle. Daniel trabaja para los Caballeros de Colón y anteriormente había sido Gran Caballero de su consejo local. Los Schachles incluso llamaron a su escuela en casa la “Academia Padre McGivney”.
“Hemos usado su estampilla de oración a lo largo de los años”, dijo Daniel. Cuando llegó el momento de invocar un poco de ayuda espiritual en tiempo de crisis, no había dudas de cómo lo harían.
Cuando oraron por su bebé nonato, el P. McGivney volvió a aparecer, a lo grande. Con cientos de personas rezando por la intercesión del sacerdote, y luego de una peregrinación rápida a Fátima con los Caballeros de Colón, el siguiente ultrasonido de Michelle no mostró signos de hidropesía fetal.
Michelle recuerda claramente que su médico le preguntó cómo llamaría a su bebé. Hasta ese día, ella y su esposo habían planeado nombrar al bebé Benedict, pero cuando escuchó que su hijo había sanado, Michelle supo que debía llamarse Michael, en honor al P. McGivney.
“Solo recuerdo llorar y decir: ‘Se llama Michael’”, dijo Michelle.
El 27 de mayo de 2020, el Papa Francisco confirmó lo que los Schachles ya sabían: habían sido testigos de un milagro. Después de un extenso examen médico, la curación inexplicable de Michael fue decretada como un milagro por la intercesión del P. McGivney
Como resultado de ese milagro, el P. McGivney será beatificado y se lo denominará Beato Michael McGivney.
Los Schachles dijeron a CNA que se les había pasado por la cabeza que su oración podría llevar al milagro necesario para avanzar la causa de la canonización del P. McGivney, pero ese no era su objetivo específico al pedir su intercesión.
Daniel dijo que recordó haber pensado: “Debe haber un bebé (que) sobreviva a esto en algún momento. ¿Por qué no puede ser nuestro? Y ya sabemos, el P. McGivney necesita un milagro. ¿Por qué no puede ser Michael?”.
Durante la investigación sobre la curación de Michael de la hidropesía fetal, a los Schachles se les preguntó repetidamente por qué no rezaban también por la curación de Michael del síndrome de Down. Explicaron que veían a un niño con síndrome de Down como una “bendición” para su familia y que solo les preocupaba que naciera vivo.
A pesar de la curación milagrosa, el resto del embarazo de Michelle no fue del todo según el plan. Ella dio a luz a su hijo en una cesárea de emergencia después de solo 31 semanas de gestación. Michael pesaba solo 1.4 kilogramos y pasó las primeras 10 semanas y un día de su vida en el hospital.
El cumpleaños de Michael, el 15 de mayo, es el aniversario de la creación del primer consejo de los Caballeros de Colón. Michelle y el P. McGivney comparten el mismo cumpleaños. Tanto Michael como el P. McGivney nacieron en familias de 13 niños: el P. McGivney era el mayor y Michael el más joven.
Michael nació con un defecto cardíaco que se encuentra comúnmente en niños con síndrome de Down y se sometió a una cirugía cardíaca a las siete semanas de edad. Tuvo otro roce con la muerte a los seis meses de edad, cuando contrajo una enfermedad respiratoria que lo llevó al hospital durante seis semanas.
Pero hoy, Michael es un niño feliz y activo de cinco años. No tiene condiciones relacionadas con su prematuridad o hidropesía fetal y, según la cuenta de su familia, está prosperando.
Sus padres dijeron a CNA que si bien su hijo más joven “definitivamente sabe que él es especial”, todavía no es consciente de las circunstancias milagrosas que rodearon su nacimiento. Dicen que Michael ha fortalecido sus vidas de oración y ha causado una “gran impresión” en sus médicos.
“Hubo momentos en que (los médicos) decían: ‘No sabemos qué va a pasar y si lo logrará o no’. Mientras yo decía: ‘No creo que entiendas, Dios tiene grandes planes para este niño’. Cuando Dios aparece así, cambia todo”, añadió.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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