¿Tiene sentido que los sacerdotes no se casen?

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Os presentamos un nuevo programa presentado por el Padre Jesús Silva donde trataremos de forma continuada temas que a todos nos preocupan como sociedad y como comunidad católica que somos. Las respuestas de cada uno antes estas cuestiones pueden ser variadas, pero como católicos tenemos que conocer qué posición toma la Iglesia ante temas que como ciudadanos nos preocupan y que de forma directa o indirecta nos afectan. En el programa de hoy trataremos el tema del celibato.

El Padre nos explica en este programa el significado del celibato de los sacerdotes. “Al principio el celibato no existía exclusivamente, de hecho Jesús llamó entre sus apóstoles a hombres casados, después con el tiempo hubo una distinción entre los que estaban casados y ejercían el ministerio y los que se dedicaban exclusivamente a la meditación. A partir del siglo VI el celibato en la Iglesia Occidental se impuso como una condición a los que iban a ser llamados al sacerdocio”, explica el Padre.

Es decir, como el pueblo quería gente que se dedicara de un modo exclusivo y pleno al sacerdocio, la Iglesia dijo que a partir de ese momento solo se iba a llamar al sacerdocio a aquellos que reciban el don del celibato, es decir, no es que la Iglesia obligue a ser célibes a todos los que quieren ser sacerdotes sino que se dijo vamos a llamar al sacerdocio solo a aquellos que haya recibido el don del celibato y ésto ha estado en la Iglesia a lo largo de muchos siglos, en la Iglesia de occidente. El padre quiere remarcar que “el celibato no es una ley evangélica, es una ley eclesiástica. En la primera carta a los Corintios, en el capítulo 11, San Pablo habla de esto mismo y dice que casarse no está mal pero que no casarse está bien.

También sabemos que la ley del celibato fue impuesta años después y que se puede quitar, es decir, que si el Papa ahora mismo considerase que se tiene que admitir a personas casadas al sacerdocio no habría ningún tipo de problema, no es una herejía, ni va contra el evangelio, ni va contra la historia de la Iglesia”, explica.