P. Ignacio María Doñoro: una vida dedicada a los “niños crucificados”

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El padre Ignacio María Doñoro de los Ríos (Bilbao, 1964), es capellán castrense en excedencia cuyo sueño siempre había sido el de llegar a ser Teniente Coronel. La providencia jugó un papel fundamental cuando en este camino se presentó otra oportunidad, ninguna de las dos opciones fue fácil ya que tenía que esperar una semana para alcanzar el rango con el que siempre había soñado o viajar a Sudamérica para dedicar su vida a la infancia. Como él él define a los “niños crucificados”, aquellos que han sufrido la trata por explotación sexual y que previamente fueron abandonados por sus padres.

En este contexto y en plena Amazonia donde vive, más concretamente en Puerto Maldonado, dirige el Hogar Nazaret, “una familia sobrenatural, nacida del sueño de Dios que demanda hombres y mujeres nuevos. Dos mil años después, Jesús vuelve a su hogar, y lo hace a través de una obra de misericordia de la Iglesia que intenta restituir a los niños más pobres de entre los pobres los derechos que les han sido vulnerados: el derecho a la identidad, el derecho a la salud, el derecho a la familia, el derecho a sentirse especiales y el derecho a ser amados, entre otros. Hogar Nazaret es el grito de Cristo en la cruz. Es imposible no ver a Cristo entre los más pobres de los pobres y no sentir su presencia en cada uno de ellos”. El Padre Doñoro considera que la verdadera fundadora de Hogar Nazaret es la Virgen María.

“En el año 2002 en España se vivió una situación terrible, yo como capellán de la Guardia Civil estaba en el cuartel de Intxaurrondo. En ese momento salió una ley en el que un se permitía que un 0,7% fuera destinado a ayuda humanitaria. Esas ONgs eran paraísos que tenía ETA. Creamos unos estatutos en euskera y lo presentamos en ayuntamientos, en aquellos años fueron millones de pesetas”, explica el Padre. Con ese dinero se plantearon que podían hacer, aquel dinero que ellos mismos sabían que iba destinado a ETA que iba directamente para matar. De este modo, el padre se puso en contacto con el director de la policía a quien le preguntó qué destino sería el adecuado para enviar todo ese dinero. “La sorpresa fue que me mandó para el Salvador y allí cuando llegué me encontré con una situación que nunca había vivido. Una absoluta hambruna, el pitido de la agonía de aquellos niños lo tengo grabado en el alma para siempre”, explica.

En aquella situación tan desesperada, de ver morir a niños, estaba reflexionando de qué forma él podía ayudar . “En este momento me vino la imagen de un niño de 14 años que llevaba puesta una camiseta del Real Madrid, con parte del cuerpo paralizado. Aquella imagen me bloqueó de tal manera que no pude dormir”. Este es el comienzo de la andadura de Hogar Nazaret que acoge a 450 niños en dos casas, una para niños y otra para niñas. La vida del P. Ignacio María Doñoro no ha sido fácil después de enfrentarse a ETA, a las mafias y de estar a punto de morir asesinado hoy quiere contarnos su historia que es la de todos los niños a los que ayuda con Hogar Nazaret.

Si queréis saber más sobre este proyecto tan conmovedor: Hogar Nazaret