Quedó viudo, se entregó como sacerdote y hoy cumple 100 años
(ACI) El P. Probo Vaccarini es el sacerdote más anciano de la Diócesis de Rímini (Italia) y este 4 de junio celebra sus 100 cumpleaños. Un siglo de vida en la que se entregó en el matrimonio, tuvo siete hijos y al quedar viudo decidió servir a la Iglesia como presbítero, una vocación que también descubrieron sus cuatro hijos varones.
La Diócesis de Rímini (Italia) celebra los 100 años que cumple el sacerdote Probo Vaccarini con una Misa en la catedral, presidida por Mons. Francesco Lambiasi, Obispo local.
Según informan diversos medios locales italianos, el P. Probo es el sacerdote en activo más anciano de Italia y, desde hace 31 años, es párroco de la iglesia de San Martino en Venti, en Rimini.
Nació en 1919 y durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó a Rusia. A su regreso a Italia visitó en numerosas ocasiones la localidad de San Giovanni Rotondo en donde se encontró en algunas ocasiones con San Pío de Pietrelcina, que le animó a tener “una familia santa y numerosa”.
Entonces conoció a Anna Maria Vannucci, con quien estuvo casado 18 años y tuvo siete hijos; cuatro niños y tres niñas. En 1970 su esposa falleció y quedó viudo con 51 años.
Entonces fue cuando sintió la llamada a servir de manera más intensa a la Iglesia, por eso fue nombrado acólito y posteriormente diácono permanente.
Pero había algo más y sintió dentro de él la voz del Padre Pío que le decía: “Tú serás sacerdote”.
Mientras maduraba su vocación, tres de sus hijos varones, Giovanni, Francesco y Giuseppe, entraron en el seminario y se ordenaron en los años 1979, 1981, 1983. Después de un tiempo de discernimiento, en 1988 el P. Probo entró en el orden sacerdotal. Poco tiempo después Gioacchino, su hijo varón más joven, también entró en el seminario y fue ordenado sacerdote. Además, una de sus tres hijas es laica consagrada.
El P. Giuseppe Vaccarini, uno de los hijos sacerdote, explicó que su padre les ha transmitido siempre “la pasión por el Señor y por nuestra madre María, viviendo la vida cristiana con entusiasmo y en plena dedicación, sin reservas”.
Actualmente el P. Probo vive con una de sus hijas en el hogar familiar y desde hace 31 años, sin faltar ni un solo día, celebra la Misa en la parroquia que tiene encomendada.
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