El Papa visitará esta Casa Hogar para enfermos de VIH y sida en la JMJ Panamá 2019

(ACI) Dentro de unos días el Papa Francisco iniciará su viaje apostólico a Panamá con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, y como parte del programa realizará el sábado 26 de enero una visita a los pacientes con VIH y sida de la Casa Hogar El Buen Samaritano.

La visita se realizará en horas de la tarde a los 15 pacientes y 25 voluntarios (psiquiatras, doctores, profesores, etc.) que conforman este centro de acogida que, a la luz del evangelio, ofrece un acompañamiento integral y gratuito a personas carentes de recursos para vivir y afrontar su condición.

En este lugar el Papa Francisco también rezará el Ángelus acompañado de los jóvenes del Hospicio Malambo, del Centro San Juan Pablo II para el acompañamiento a personas adictas a las drogas y el alcohol, del Hogar San José, perteneciente las Hermanas de la Caridad; y de la congregación Kkottongna, dedicada a la acogida de indigentes.

El administrador de la Casa Hogar El Buen Samaritano, Erick Rodríguez, dijo en entrevista con ACI Prensa que recibieron la noticia de la visita “con mucha alegría y asombro”, porque considera que aún son “una obra muy pequeña”.

“El hecho de que el Santo Padre se haya fijado es nuestra fundación, prácticamente nos hace clamar como Isabel: ‘Quién soy yo para que la Madre de mi Señor venga a verme. Quiénes somos nosotros para que el Sucesor de Pedro nos venga a visitar’”.

Asimismo, resaltó que el trabajo en la Casa Hogar es muy duro debido a “la discriminación” y el “estigma” social.

“El Papa con su visita nos da un espaldarazo, nos dice que estamos en el buen camino, y también hacerle justicia a las personas de las periferias existenciales que son marginadas hasta por su propia familia”, añadió Rodríguez.

La Casa Hogar El Buen Samaritano fue inaugurada el 15 de febrero de 2004. Nació como una labor pastoral de la parroquia Santa María del Camino, ubicada en el distrito de Panamá, acogiendo a personas con VIH y sida, y brindando orientación espiritual y alimentación.

Actualmente la Casa Hogar cuenta con tres programas diferenciados.

En el primero se encuentran los llamados “residentes”, que son personas abandonadas por sus familias a quienes se les brinda lo necesario para llevar una vida digna en las instalaciones.

En el segundo programa están los denominados “externos”, es decir, personas de bajos recursos que padecen VIH y sida pero que viven con sus familias, y a quienes se les provee alimentos, medicinas, charlas de formación, etc.

Finalmente, el tercer programa “Joven Infórmate y hazte responsable”, que busca promover la educación sexual con valores en estudiantes de escuelas secundarias y prevenir el VIH.

Entre el grupo de residentes se encuentra Raúl Miranda, un paciente con VIH que considera la visita del Pontífice “una bendición”.

“Fue una sorpresa y una bendición, porque el Papa ha elegido un lugar como éste al que muchas veces no quieren venir a visitarnos. El Papa nos envía un mensaje positivo, de estar unidos a pesar de las vicisitudes”, indicó.

“Todas las mañanas rezamos por el Papa, por su salud y nos sentimos bendecidos. Sin Dios no somos nada, yo no soy nadie. A través de esta enfermedad me he acercado más a Dios, me bauticé y me confirmé. Cuando caí enfermo, con temor a la muerte, pedí perdón, y Dios me acogió con su misericordia y me dio una segunda oportunidad”, aseguró.

Raúl espera que tras la visita, más jóvenes “abran los ojos y sepan que la felicidad no proviene de las cosas materiales, sino de lo espiritual” y que aprendan a no discriminar “a las personas con VIH”.

Por su parte, Erick Rodríguez espera que en un futuro próximo “la gente discrimine menos” y se viva mejor el cristianismo.

Además, anunció que el director de la obra, el P. Domingo Escobar, está preparando todo el mobiliario para el Ángelus en la Casa Hogar, y viene incentivando a los residentes a participar de jornadas de oración.

“Los pacientes han participado de la jornada de oración por la JMJ, de Horas Santas, catequesis, Eucaristías, porque la lucha actual es espiritual y buscamos allí la fortaleza para afrontar las dificultades”, concluyó Rodríguez.

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