Celebración o liturgia familiar para el tercer domingo de Adviento
(ACI) Este Tercer Domingo de Adviento se suele encender la vela rosada de la Corona de Adviento porque se preanuncia ya la alegría mesiánica de que está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.
Compartimos una liturgia familiar (oración) para encender la tercera vela.
Se recomienda poner en un lugar especial la corona de Adviento con alguna imagen de la Virgen, crear un ambiente de recogimiento con poca luz, nombrar a un lector especial, así como a un monitor principal, que puede ser el papá o la mamá. Para iniciar la oración, la primera y segunda vela deben estar encendidas.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro júbilo por la venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros. Empecemos nuestra oración cantando VEN PRONTO SEÑOR (u otro canto apropiado).
1. ¡Oh Pastor de la Casa de Israel!,
trae a tu pueblo la ansiada salvación.
Verbo Eterno de la boca del Padre,
fuiste anunciado por labios de profeta.
¡VEN PRONTO, SEÑOR!
¡LLEGA, OH SALVADOR! (2v)
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, LIBERADOR!
¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA!
¡ÁBRETE, TIERRA,
HAZ GERMINAR AL SALVADOR! (2v)
2. El clamor de los pueblos se levanta.
Hijo de David, las naciones te esperan.
Queremos la llegada de tu Reino.
Ven a liberar del pecado a los pueblos.
3. Emmanuel, Salvador de las naciones,
eres esperanza del pueblo peregrino.
Sol naciente, esplendor de la justicia,
Tú nos salvarás con tu brazo poderoso.
4. Esperanza de una Mujer humilde:
Ella es la Virgen que pronto dará a luz.
Silenciosa, espera al Salvador:
llega ya la hora de la liberación.
MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona de Adviento. El Señor está más cerca de nosotros y nos ilumina cada vez más. Abramos nuestro corazón, que muchas veces está en tinieblas, a la luz admirable de su amor.
LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
“La gente le preguntaba: “Pues ¿qué debemos hacer?”
Y él les respondía: “El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, haga lo mismo”. Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: “Maestro, ¿qué debemos hacer?”
Él les dijo: “No exijáis más de lo que os está fijado”. Preguntáronle también unos soldados: “Y nosotros ¿qué debemos hacer?”
Él les dijo: “No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada”.
Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos diciendo: “Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga”.
Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva”.
MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona. Cantemos
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado)
Hoy se enciende una llama
en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza
en el corazón despierto
y al calor de la Madre
caminemos este tiempo
Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene
preparad corazones
allánense los senderos
Hoy se enciende una llama
en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza
en el corazón despierto
y al calor de la Madre
caminemos este tiempo.
Crecen nuestros anhelos al ver
la segunda llama nacer
como dulce rocío vendrá
el Mesías hecho Niño.
Hoy se enciende una llama
en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza
en el corazón despierto
y al calor de la Madre
caminemos este tiempo.
Nuestro gozo hoy quiere cantar
por ver tres luceros brillar
con María esperamos al Niño
con alegría.
Hoy se enciende una llama
en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza
en el corazón despierto
y al calor de la Madre
caminemos este tiempo.
MONITOR: Acudamos ahora a Santa María, que colaborando con el Plan del Padre permitió que la luz del Señor ilumine a la humanidad, y pidámosle que siga intercediendo por nosotros en este tiempo de preparación. Entonemos un canto a María
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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