Los Museos Vaticanos acercan a la Iglesia Católica y Rusia
(ACI) Una exposición de arte ruso en los Museos Vaticanos volverá a situar la expresión artística como vehículo del diálogo cultural entre la Iglesia Católica y Rusia.
Del 20 de noviembre de 2018 al 16 de febrero de 2019, el Braccio di Carlo Magno, la galería que comunica la Columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro con la Basílica vaticana, acogerá la exposición temporal y gratuita de 54 obras de arte de primera categoría procedentes de la Galería Nacional Tretyakov, en Moscú, y de otros museos rusos.
La exposición está organizada de forma conjunta por los Museos Vaticanos, la Galería Nacional Tretyakov y el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa bajo el título de “Peregrinación del Arte Ruso. De Dionysius a Malevich”.
La Galería Nacional Tretyakov acoge una de las colecciones más importantes de arte ruso en el mundo. En otoño de 2016, fue esta institución la que acogió importantes piezas de las colecciones vaticanas en la muestra “Roma Aeterna. Las obras maestras de la Pinacoteca Vaticana”, con 42 obras procedentes de los Museos Vaticanos.
El objetivo principal de esta colaboración entre ambas instituciones culturales, según informó la Santa Sede, es “presentar el mensaje cultural y espiritual del arte ruso en el corazón del mundo cristiano occidental. En dicho sentido, la elección del Braccio di Carlo Magno como lugar expositivo es significativa porque ese majestuoso entorno une la Columnata de Bernini con la Basílica de San Pedro, sancta sanctorum de la espiritualidad, del arte y de la historia europea”.
“Las obras de arte están insertadas dentro de un recorrido expositivo sencillo y elegante, ideado de tal manera que permita seguir la majestuosa arquitectura de Bernini subrayando su solemnidad”.
Suele ser habitual que el Vaticano emplee la llamada “diplomacia del arte” para facilitar el diálogo y el entendimiento con países y religiones diferentes.
Exposiciones como la que tuvo lugar en la pasada primavera en colaboración con el Museo de la Ciudad Prohibida de Pekín, China, o la que tuvo lugar en septiembre de 2017 sobre los 230 años de la Iglesia Católica en Corea también se enmarcaron en este contexto.
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