Saturnino Ortega perdonó a sus ejecutores “por amor a Jesucristo” | Beatos mártires de Toledo | 6
El beato Saturnino Ortega Montealegre nació el 29 de noviembre de 1866 en Brihuega, provincia de Guadalajara y arzobispado de Toledo (España). Su virtuosa vida centra el sexto episodio de la serie ‘NO HAY AMOR MÁS GRANDE’.
Al expresar su deseo de ser sacerdote, sus padres lo llevaron a Sigüenza (Guadalajara) al colegio de los Padres Paúles. Realizó los estudios eclesiásticos en Toledo y fue ordenado sacerdote en 1892.
El 16 de julio de 1912, el padre Saturnino Ortega recibe el nombramiento de párroco de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina, y de arcipreste de la misma ciudad el 20 del mismo mes y año.
En Talavera desarrolla una amplia y celosa tarea pastoral a través de la oración y un exquisito amor a la Eucaristía; la doctrina luminosa y evangélica a través de sermones, pláticas y dirección espiritual; la caridad para con los pobres y necesitados, y su continua preocupación por las vocaciones que le lleva incluso a fundar dos becas para el Seminario, costeadas con sus propios ingresos.
También desarrolló su labor pastoral en las dos Fundaciones de las que fue patrono, como arcipreste y como párroco de Santa María de Talavera. En ambas tuvo que sufrir acusaciones, incomprensiones y calumnias.
Con probada virtud y humildad supo soportar todo ello, de lo cual fue probada posteriormente su inocencia.
El martirio, en la persona de don Saturnino, no fue un acto aislado al final de su vida, sino que, como lo atestiguan aquellos que le conocieron íntimamente y queda reflejado en sus escritos, es más bien un fruto maduro de una existencia de fe vivida con la clara conciencia de sus propias responsabilidades, frente a la vocación sacerdotal recibida del Señor.
Dar la vida por Cristo
Apenas iniciada la persecución religiosa, fue apresado y encarcelado el día 21 de julio. Sólo le permitieron llevar el manteo y el breviario. Unos días después fue sacado de la cárcel, siendo objeto de toda clase de vejaciones y escarnios por parte de la turbamulta.
Le llevaron al pueblo de Calera junto a otros apresados para su ejecución. Quedando el último, confesó a sus compañeros de martirio y les dio la absolución antes de ser fusilado el 5 de agosto de 1936.
D. Saturnino Ortega fue beatificado en Roma por el papa Benedicto XVI, el 28 de octubre de 2007, dentro del grupo de 498 mártires españoles.
No te pierdas ningún vídeo de esta serie cedida a Mater Mundi TV por la productora de la Archidiócesis de Toledo GAUDIUM PROMULTI
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Episodio 5: Francisco Maqueda López ¡Adiós, adiós, hasta el cielo a todos!
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