¿Es posible en esta vida enamorarse de alguien que no puede ser visto ni tocado? La dimensión nupcial del celibato | 16
DÍA 16 | LAS BODAS DE CANÁ Y LA DIMENSIÓN NUPCIAL DEL CELIBATO
Eros y agapé – amor ascendente y amor descendente – nunca llegan a separarse completamente[…] La fe bíblica no construye un mundo paralelo o contrapuesto al fenómeno humano originario del amor, sino que asume a todo el hombre, interviniendo en su búsqueda de amor para purificarla, abriéndole al mismo tiempo nuevas dimensiones (nn. 7-8. ‘Deus Caritas est’, Benedicto XVI).
Esta reconciliación de los dos componentes del amor tiene implicaciones no sólo para las personas casadas, sino también para los célibes.
“Si el amor mundano es un cuerpo sin alma, el amor religioso así practicado es un alma sin cuerpo”.
La fuerza y la belleza del celibato sacerdotal consiste en un amor por Cristo hecho agapé y eros, es decir, de sacrificio, de entrega de sí mismo, de fidelidad, pero también de deseo, alegría, pasión, admiración. […].
Los místicos han vivido este amor de modo apasionado hasta llegar al matrimonio espiritual.
“Señor, con la conciencia absoluta de mi indignidad quiero decirte que sí, que quiero que mi alma crezca en amor hasta ascender al matrimonio espiritual. Para eso, Señor, derriba todos los muros y méteme más adentro de tu intimidad, dentro de tu Corazón.”
*Texto del libro ‘Nuevo Pentecostés Sacerdotal. Cincuenta días para renovar nuestro sacerdocio’ (Santiago Arellano Librada). Se puede adquirir en la web de la editorial Cor Iesu, en librerías y plataformas comerciales.
No te pierdas ningún vídeo de este itinerario. Puedes seguir la serie completa en cualquier momento, a través de nuestro canal de YouTube en la lista Nuevo Pentecostés Sacerdotal.
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