“Cambiar el futuro de un solo niño es ayudar a cambiar el mundo para todos” – P. Ignacio Mª Doñoro (Hogar Nazaret)
Fernando caminó durante veinte horas y se presentó en el Hogar Nazaret con dos de sus hermanos pequeños. El padre Doñoro dice que “no parecía un niño, parecía un hombre agotado por las responsabilidades de la vida”. Trabajaba por unas monedas, cocinaba, limpiaba, mantenía a sus 5 hermanos a pesar de su corta edad. Vivía en un entorno muy violento, sin referentes ni el calor de una madre, estaba enfadado con el mundo. Su vida cambió cuando llamó a la puerta de Hogar Nazaret.
Riky está casi seguro de que si no hubiera conocido al padre Ignacio Doñoro (a quien estos chicos consideran su verdadero padre), él habría crecido como cualquiera de los adultos que conocía a su alrededor: habría sido un alcohólico y un hombre incapaz de hacer nada útil, ni por su familia ni por él mismo. Ahora se prepara para terminar la carrera de Psicología y aspira a conseguir una beca en la Universidad de Pensacola (Florida, EEUU).
Fernando y Riky nunca tuvieron una fiesta de cumpleaños, hasta que llegaron a Hogar Nazaret. Sus vidas cambiaron radicalmente y empezaron a construir el futuro hacia el que ahora miran llenos de esperanza, pero también con la madurez y la realidad de esos niños que vivieron un infierno en lugar de una infancia feliz.
Allí han podido dar la vuelta a sus vidas de forma radical. Han aprendido a conocer y poner en el centro de sus días a Jesús (amigo siempre fiel) y a María (una madre que nunca falla), a rezar, a perdonar y a perdonarse, a recuperar la autoestima, a amar, a ayudar, a estudiar, a trabajar… Las cosas en esa parte del mundo no son fáciles, pero ahora se sienten queridos, valorados y seguros.
Es la primera vez en su vida que Riky (20 años) y Fernando (18 años) viajan fuera de su país y además en avión.
Es la primera vez que han visto cosas que ni tenían idea que existieran, como casas con muebles y adornos bonitos, calefacción, bañera o agua caliente, cocinas con lavavajillas, o ciudades con jardines, parques, monumentos, fuentes y estatuas en sus calles.
Acompañan a D. Ignacio María Doñoro de los Ríos, fundador de Hogar Nazaret, a quien consideran su padre (porque un padre no es el que engendra, sino el que te cuida y se preocupa por ti, dicen los chicos). A su paso por Madrid, pudimos conocerles y hablar con ellos.
Estos son los testimonios de 2 de los niños rescatados para el mundo por Hogar Nazaret, que actualmente atiende a más de 200 niños y niñas. Una obra de misericordia que no para de crecer, aunque las dificultades tampoco desaparecen nunca en las casas que ha construido en el corazón de la Amazonía peruana.
Como dice Doñoro, Hogar Nazaret es el grito de Cristo en la cruz. Es imposible no ver a Cristo entre los más pobres de los pobres y no sentir su presencia en cada uno de esos niños y niñas que ahora quizás tengan una oportunidad de tener una vida digna.
Puedes ayudar a continuar esta misión de rescate del padre Doñoro, a través de la web de Hogar Nazaret, o también adquiriendo sus libros El secreto es Jesús o Fuego de María, publicados por editorial Nueva Eva.
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