Sin miedo al compromiso ni a lo desconocido para llegar a ser un buen sacerdote – Testimonio de Kenneth Orom

Kenneth nació en Uganda y está a punto de terminar un ciclo de estudios en el Seminario Internacional Bidasoa (Pamplona, España). Es un joven con inquietudes similares a las de cualquier otro joven de su edad y en cualquier parte del mundo: básicamente su presente y su futuro. La diferencia, quizás, es su confianza en la voluntad de Dios. Desde bien niño tuvo clara su vocación religiosa, y que su misión y mayor propósito es ser un buen sacerdote. Aceptó el reto de dejar su país y su familia para ampliar su formación España. Durante su estancia en este país ha comprobado que un “kit básico” para afrontar y superar lo desconocido (léase gente, idioma, costumbres o comida) se compone de una buena sonrisa, simpatía a raudales, disposición para escuchar, apertura de mente, paciencia y perseverancia. Y es que, a Kenneth, lo que de verdad le importa es ser capaz de entender las diferencias culturales, no solo de valores, también sociales, comunicativas y ¡hasta gastronómicas si es necesario! Lo que haga falta para ser un buen sacerdote.

Intenta comprender la escala de valores de la juventud en Europa, donde el compromiso genera miedo y la palabra libertad no significa lo mismo que para Kenneth y los jóvenes de muchos países del continente africano. También intentar averiguar por qué en España y, en general, en el Viejo Continente hay tan poco interés por la Iglesia católica mientras en su país, en Uganda, se construyen nuevas parroquias, las iglesias están llenas, se celebran cientos de bautizos, comuniones y matrimonios. Allí los jóvenes buscan a Dios. Por esto, Kenneth cree que África es la reserva católica del mundo actual. Para él es importante que los sacerdotes y la Iglesia sean capaces de dar la mejor respuesta posible a las necesidades de evangelización en cualquier rincón del mundo. Adaptarse a los tiempos, a las nuevas tecnologías y a las redes sociales es necesario y está muy bien. Pero, en su opinión, no es incompatible con que el mejor canal para evangelizar es cultivar una relación directa y cara a cara.

Os invitamos a conocer el testimonio de vocación, sencillo y profundo a la vez, de Kennet Orom. Una vocación sobre la base del sacerdocio, sin complicaciones y sin miedo al compromiso. Tan transparente como lo que transmite con sus esforzadas palabras en español, su sentido del humor y su risa contagiosa. Así es como Dios hace las cosas «para que ninguna vocación se pierda»

©Mater Mundi TV

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