La cadena NBC llama «bravo ejército» a estas «súper monjas», la peor pesadilla de los proxenetas
NBC News ha entrevistado a algunas de estas misioneras, a las que ni las amenazas, el peligro o las agresiones han podido frenar en su arriesgada labor. Ha elogiado su lucha contra el tráfico infantil y se ha referido a ellas como “un ejército de valientes monjas”.
Sin miedo a las consecuencias de ayudar
La Organización Internacional del Trabajo estima que aproximadamente 25 millones de personas se encuentran en una situación de trabajo forzado en todo el mundo, y 5 millones son víctimas de la explotación sexual forzosa. Según NBC News, la mayoría de ellas viven en la región de Asia y el Pacífico y cientos de miles son víctimas residentes en América y Europa.
Para las integrantes de Talitha Kum, no importa si es una atestada estación de tren, un lujoso y popular barrio de la India o un oscuro callejón de Michigan. Día y noche, las hermanas arriesgan sus vidas para salvar mujeres y niños. “¿Cómo podría asustarme?” se pregunta una de ellas. “Venimos aquí con un propósito: trabajar y ayudar a estas personas”.
Imágenes de las religiosas de Talitha Kum en acción (2 min, sólo música)
Una patrulla en la estación: la hermana Rose Paite
“Hay gente que se aprovecha de las jóvenes que llegan a la ciudad, a las que ofrecen un trabajo y entran en un proceso en el que pueden llegar a ser vendidas a cualquier persona”, explica la hermana Rose Paite. “Como monja católica”, explica, “quiero hacer algo más” para enfrentar este problema. “Estas mujeres han sido creadas por Dios. ¿Por qué deberían ser tratadas como esclavas?” se pregunta.
Cada segundo es importante, y la hermana Rose Paite patrulla la estación de tren de Guwahati en la India, buscando indicios de jóvenes mujeres que hayan comenzado este proceso, aún sin ser conscientes de ello.
La hermana Rose Paite inspecciona la estación de tren de Guwahati.
La monja advirtió una niña de unos 15 años sentada cerca de un hombre mucho más mayor con una camisa impecable. Se acercó a ellos y preguntó a la joven: “¿Cómo conociste a este hombre? ¿Dónde vais?”. La niña respondió que lo acababa de conocer, y que no sabía dónde iban a ir. La monja ofreció a la chica su tarjeta y le pidió su número de teléfono, pero esta se negó a dárselo. “Se meterá en problemas”, afirma Paite, que se alejó patrullando por la estación, en búsqueda de posibles víctimas.
La hermana Francetta, pesadilla de los proxenetas
A finales de los 70, Leslie King tenía 15 años cuando conoció a un hombre mayor que prometió cuidar de ella, pero que resultó ser un proxeneta. “Me dijeron que si corría o decía algo a la policía, matarían a mi familia”. Comenzó a trabajar en una avenida de Michigan, y recuerda que “cada vez que me subía a un coche, tenía un 50% de probabilidades de regresar”.
Comenzó a observar una mujer que aparecía frecuentemente en la calle, la hermana Francetta, a la que se unieron otras hermanas. “Venía por la avenida tratando de ayudar y rezar con las mujeres, pero no hablé con ella”, recuerda.
Leslie era drogadicta y trató de suicidarse. Al inscribirse en un programa de rehabilitación, durante el registro, encontró una tarjeta en su bolso que decía: “De la hermana Francetta”. Finalizado el programa, King llamó a la hermana y se trasladó a Rose Haven, un proyecto dirigido por la monja para ayudar a mujeres en su situación. Aquella llamada cambió su vida.
“Son un grupo muy valiente”, afirma King a sus 57 años, “llegó un punto en que los proxenetas dejaron en paz a las monjas, porque nada de lo que les decía podía ahuyentarlas”, añade. Ahora King dirige Sacred Beginnings, una organización de lucha contra la trata.
Lisa Pires, investigadora e informadora de la policía
La hermana Lisa Pires reside en Calangute, uno de los grandes focos de trata sexual del continente asiático.
Describe su lucha contra la trata como “un trabajo oculto”, ya que actúa como un “investigador privado”. La hermana Lisa dedica sus días a caminar de incógnito por las calles y vecindarios conflictivos interrogando a los dueños de comercios para identificar los lugares donde puede desarrollarse la trata. Concluida su jornada, elabora detallados mapas con la información obtenida, que comparte con la policía.
La hermana Lisa Pires, entrevistada sobre su labor de investigación contra la trata.
Lourenca Marques: los proxenetas que la conocen se convierten
La hermana Lourenca Marques reside en Goa, estado costero de la India. Explica que aquella zona era un importante foco de turismo y comercio sexual, con abundantes laberintos y chozas de hormigón que se usaban como burdeles y locales de explotación. “Un lugar peligroso”, comenta.
Marques visita frecuentemente aquella zona, y recuerda como durante una de sus expediciones para rescatar niñas fue atacada junto con sus compañeras. Un hombre la estranguló y la tiró al suelo. “¿Cómo podría asustarme?” se pregunta: “Venimos aquí con un objetivo: trabajar y ayudar a estas personas”.
Acercándose a una de las chozas durante la entrevista, saluda: “Hola Alex, ¿cómo estás?”. Era su antiguo agresor, que le responde con una cálida sonrisa. Ahora luce una estampa de la Divina Misericordia en su casa y promete a la hermana asistir a misa el domingo. “Te quiero como si fueras mi hermano”, se despide la hermana.
La hermana Lourenca Marques visitando uno de los barrios de Goa locales de explotación.
El Vaticano, impulsor del lanzamiento de “SuperNuns”
En 2020, el papa Francisco se reunió con más de 100 miembros de Talitha Kum en el Vaticano, donde mostró su apoyo a la organización mediante el lanzamiento de “SuperNuns”, una plataforma en Patreon de recaudación de fondos para apoyar a los supervivientes del comercio de personas en proyectos de prevención de la trata.
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