Las «huchas peregrinas de San José» de las Hermanitas del Cordero: crecer en la fe y en buenas obras
(Javier Lozano-Religión en Libertad) San José, esposo de María y padre de Jesús, es además patrono de la Iglesia Universal. Y por esto mismo son muchos los católicos e instituciones religiosas que se encomiendan al santo patriarca para que les asista y ayude en sus proyectos de evangelización. Y más ahora que se celebra su Año Santo.
Las Hermanitas del Cordero, una joven y pujante congregación de espiritualidad dominica, lo están haciendo en Madrid con la original iniciativa de las “huchas peregrinas de San José” en la que el Esposo de la Virgen con su hucha va peregrinando de familia en familia.
De este modo, San José visita y bendice estas familias fomentando de un modo sencillo, con gran éxito además, el rezo en familia. Y también se da a conocer el proyecto del pequeño monasterio de la Comunidad del Cordero en Madrid, con la posibilidad de colaborar económicamente para la construcción de este recinto sacro que convierte las ciudades en lugares de evangelización, oración, contemplación, acogida y escucha.
Estas huchas peregrinas van circulando por las casas de quienes las solicitan, aunque también pueden ir a colegios y parroquias. Es una iniciativa propicia para la oración en familia, para profundizar en la figura de San José y también para conocer a las Hermanitas del Cordero y la necesidad de construir este monasterio.
Hasta ahora la experiencia de las familias que las han acogido ha sido fantástica. “¡Qué alegría es para la Comunidad de las hermanitas del Cordero en Madrid ver esta peregrinación de san José por las casas, colegios y parroquias de la ciudad!”, cuentan estas religiosas a Religión en Libertad.
Dejándose llevar como siempre por la providencia, las hermanitas del Cordero invitan a “descubrir o redescubrir juntos su presencia tan paterna y discreta, humilde y valiente”, pues “tal es su confianza contagiosa en la providencia de Dios”.
“Mientras buscábamos un lugar donde implantar el pequeño monasterio de Madrid ya habíamos construido, con un amigo de la calle, un pequeño oratorio a san José que fue bendecido en 2016. Se sucedieron las novenas hasta que el 19 de marzo de 2019 se abrió una pista para un lugar. No fue un camino de rosas y, como un amigo sacerdote nos señaló con buen humor: ‘¡Tampoco lo fue la vida de san José!’. Entretanto, en esos tres años, con la ayuda de san José, se construyeron cuatro pequeños monasterios en otros lugares de Europa y América. Gracias a él ya existen 17 pequeños monasterios del Cordero en los países donde hemos sido llamados a fundar”, nos explican.
Así fue cómo surgió esta idea entre los laicos de la Familia del Cordero, “colaboradores de San José, cuya creatividad no cesa de sorprendernos”.
Por ello, las hermanitas explican que en estos tiempos tan complicados puede asustar lanzarse a una petición de fondos para un proyecto como el monasterio. “Con este peregrinar de San José hacemos la experiencia de que lo importante es reavivar la alegría en las personas de que no estamos solos en esta situación y de que el Cielo, quizás más que nunca, nos acompaña. Se trata de reunirnos en la oración alrededor del icono de san José, pues la oración da frutos de comunión y alimenta nuestra confianza en que ‘todo es posible para Dios’ (Lc 18, 27). Es, al mismo tiempo, una manera preciosa de difundir el proyecto del pequeño monasterio para que vea la luz a la hora de Dios, comenzándose ya la construcción, de manera invisible, en los corazones de todos los que somos las piedras vivas”, agregan desde la comunidad religiosa de Madrid.
Imagen de una de las huchas de San José en una de las casas que las ha acogido
Una de las participantes en la iniciativa de las huchas peregrinas invitó así en su parroquia a unirse: “En su testimonio (…) sentí que para ser feliz y para mostrar al Señor a los demás, no es necesario ‘hacer y hacer’ sino que hay que ‘ser’, ser espejo de la Luz de Cristo y para eso hay que estar cerca de Él. No se puede transmitir lo que no se tiene. Las hermanitas nos invitan a ser colaboradores de la providencia con San José. Recordemos que con la oración abrimos nuestra vida al Señor y es Él quien transformará todo lo que nos rodea. La oración hace milagros. Todo puede mejorar en la medida que oremos con el corazón y con confianza”.
Igualmente, estas monjas nos han hecho llegar algunas de las experiencias que se están dando ya con estas huchas de San José. Así, un padre de familia confiesa: “Nunca habíamos rezado en familia, desde que llegó la hucha de San José, rezamos junto todos los días”.
También desde los colegios llegan las experiencias. En una escuela de Madrid, 50 alumnos de entre 12-14 años, como actividad de voluntariado en la clase de religión ayudaron a hacer 30 huchas y 30 iconos de San José. Cuenta la profesora: “todos los chicos quisieron participar aunque no fuesen católicos. Ahora lo que más les gusta es que les dé noticias de por dónde están las huchas. Cuando ven una fotografía siempre dicen: ‘¿De quién es ese icono? Seguro que es el mío’. Yo les he dicho que ellos ya han hecho historia porque cuando vayan por la calle y vean el pequeño monasterio pensaran que ellos han contribuido a construirlo con su voluntariado”.
Otra profesora, en su clase de religión, habló del año dedicado a San José y les contó el proyecto de las huchas de San José y del pequeño monasterio. La profesora les propuso llevárselas a casa para rezar y el que pudiera que colaborara con un donativo. Lo harían siguiendo el orden de la lista. “¡Todos los niños estaban entusiasmados! Por ejemplo, una niña ya calculó que le tocaba llevársela el puente, que se iba al pueblo, y preparó ¡una presentación con power point para contárselo a su abuela! Otra niña comentó que sus papas están separados y le gustaría rezar con los dos. ‘¿me la puedo llevar dos días, un día con papá y otro con mamá?’. Los niños están muy contentos de rezar con su familia y los padres también: una madre me dio las gracias porque habían estado rezando todos juntos”, relata esta profesora.
¿Qué contienen las cajas de San José peregrino?
-Un icono de San José que se colocará en un lugar de la casa que invite a la oración.
-Una oración a San José para rezar cada día en familia.
-Una hucha para donativos para el pequeño monasterio.
–Información sobre el proyecto del pequeño monasterio de Madrid.
¿Cómo peregrina San José?
Cada caja se entrega a un responsable que se encarga de facilitar que San José con su hucha, peregrine de familia en familia. Cuando la hucha llega a una casa puede quedarse una semana (o unos días), y la familia puede llevarla al lugar de trabajo, al colegio, al parque…
-Un feligrés de una parroquia, de acuerdo con el párroco, facilita que peregrine entre los feligreses.
-Una maestra, en su clase: cada día un niño se la lleva a su casa.
-Un párroco de un pueblo la pasa de vecino en vecino.
-Un matrimonio la pasa entre sus amigos, vecinos, grupo de oración…
– Un catequista la ofrece a sus alumnos para llevarla a casa.
-Una persona que vive en una casa de acogida de personas sin techo, la ofrece a los voluntarios.
– Un voluntario que visita enfermos, la deja cada semana en una casa.
Para recibir una de estas huchas de San José y ser responsable de alguna de ellas puede contactar con Helena A. a través de este teléfono: 659 879 521
También puede colaborar económicamente con las hermanitas del Cordero y su pequeño monasterio AQUÍ
Para saber más de las hermanitas del Cordero de Madrid pinche AQUÍ
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