Píldoras de Esperanza: ¿Pueden las vocaciones salvar vidas?
Os presentamos un programa más este verano de Píldoras de Esperanza con un espacio dedicado a las vocaciones religiosas.
Dos sacerdotes y una religiosa nos cuentan su propia historia de vocación y cómo con su servicio dedicado por y para los demás han cambiado vidas pero en muchos casos también las han salvado. Es el caso del Padre Ignacio María Doñoro que con su Hogar Nazaret ha formado una familia a través de una de una obra de misericordia que intenta restituir a los niños más pobres de entre los pobres los derechos que les han sido vulnerados: el derecho a la identidad, el derecho a la salud, el derecho a la familia, el derecho a sentirse especiales y el derecho a ser amados, entre otros. En el Hogar Nazaret, los niños son aceptados tal y como son: irrepetibles, imprescindibles, únicos.
En la parroquia vallecana del Padre Gonzalo Ruipére en la UVA se entrega estos días de crisis del coronavirus comidas a más de 670 familias, en su parroquia se da comida pero también de proporcionan clases extra escolares de informática y otras actividades para niños del barrio en riesgo de exclusión social. De Vallecas cruzamos a Corea del Sur para conocer a esta risueña misionera. Esther Palma es una misionera española perteneciente a la asociación Servidores del Evangelio de la Misericordia que lleva ya 14 años viviendo en Corea del Sur. Tiene un canal de Youtube donde narra a los jóvenes su día a día en este curioso país a ojos de nuestra cultura. En su canal hace su particular labor de evangelización a través de sus propias experiencias. Su salto a este mundo digital de Youtube se lo debe a su amigo, el sacerdote también youtuber católico y sacerdote, Daniel Pajuelo.
Ester, tiene clara que su misión tiene que ir dirigida a los jóvenes pero no sólo hablarles sino estar dispuestos a escucharlos. “Estamos aquí para mostrarles la belleza del plan de Dios para cada uno de nosotros. “Dios quiere que seamos felices, que tengamos una vida llena de significado. Dios quiere que descubramos nuestra vocación en este mundo”. “Los misioneros tienen una gran tarea”. Mostrar a los jóvenes, con el testimonio, que es posible encontrar la felicidad cuando entregamos totalmente nuestra vida a los demás, sirviendo a los pobres y trabajando por un mundo de justicia y paz”.
¡No te pierdas todas estas historias apasionantes de vocación y cómo esta vocación de servicio está cambiado la vida de muchas personas!
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