Bélgica aplicó eutanasia a más de 2.600 personas en 2019, incluido un niño
(ACI) La Comisión de Eutanasia de Bélgica anunció que 2.655 ciudadanos murieron –incluido un menor de edad– a causa de la eutanasia en 2019, lo que significa un aumento del 12.5% en comparación al 2018.
Desde que se introdujo la ley de eutanasia en 2002 el aumento en el número de estos casos ha sido exponencial. Para el 2018 la eutanasia fue aplicada a 2.357 belgas, en 2017 se aplicó a 2.309 y en el 2010 hubo 954 muertes por la misma causa, lo que representa un aumento del 278% en nueve años.
Wim Distelmans, presidente de la Comisión de Eutanasia, dijo al medio belga VRT NEWS que hay varias explicaciones para el aumento: “La ley de eutanasia se ha vuelto cada vez más conocida por la población, más médicos pueden estar dispuestos a responder esa pregunta. También estamos envejeciendo como la primera generación que vive más de 80 años. Las personas envejecen, a menudo con dolencias y trastornos que no quieren experimentar hasta el final”.
Según el medio de comunicación, en 2019 “la mayoría de los pacientes eran mayores de 60 años, el 1,5% eran menores de 40 años y había un menor”.
John Deighan, director ejecutivo adjunto de la Sociedad para la Protección del Niño por Nacer de Reino Unido (SPUC), una de las organizaciones de defensa de la vida más antiguas y grandes del mundo, dijo que “el empeoramiento de la situación en Bélgica es un ejemplo de la ‘pendiente resbaladiza’ que está en funcionamiento”.
“Aquí en el Reino Unido no podemos cometer el mismo error. Debemos oponernos a cada movimiento para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. Ese sería un paso trágico hacia la creación de una cultura donde las personas sientan que su mejor opción en la vida es morir”, sostuvo.
El experto cree que “no podemos escondernos detrás de la idea de que siempre [la eutanasia o suicidio asistido] es un acto ‘voluntario’”, porque una vez que “es legal, las personas discapacitadas, enfermas y de edad avanzada pueden sentir fácilmente que deben elegir la muerte”.
“Por ejemplo, en 2018 en el estado de Washington, donde el suicidio asistido es legal, el 51% de las personas que fueron asesinadas por suicidio asistido dijeron que ser una carga para la familia, amigos y cuidadores era una razón para terminar con sus vidas. Y en Oregon en 2018, el 54.2% de las personas asesinadas por suicidio asistido dijeron que ser una carga para la familia, amigos y cuidadores era una razón para terminar con sus vidas”, sostuvo.
Bélgica tiene una de las leyes de eutanasia más permisivas del mundo, que no se limita a enfermos terminales o adultos, sino que se extiende a niños y a personas con trastornos mentales.
Actualmente, los congresistas belgas están analizando cómo extender la ley de eutanasia a personas que no tienen deseos de seguir viviendo, independientemente de su edad o de sufrimiento físico.
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