Eter: ¿Hasta dónde la ciencia es capaz de llegar?
A sus 81 años, muy premiado y dirigiendo películas desde 1967, el polaco Krzysztof Zanussi es un veterano del cine en el que se suman varias peculiaridades: una amplia visión europea (trabaja y vive a caballo entre Polonia, Rusia e Italia y ha sido presidente de asociaciones europeas audiovisuales), tiene formación en ciencias (estudió Física en la universidad), conoce la experiencia de haber vivido en el “verdadero socialismo polaco” y profesa una firme fe católica. La soberbia anterior al horror de las trincheras y el gas Zanussi nos lleva lleva a la elegante Galitzia austrohúngara justo antes de la Primera Guerra Mundial.
Hoy le entrevistamos para Mater Mundi TV, donde nos contará todo lo que le ha llevado a escribir esta película sorprendente, sobre los límites de la ciencia y aquellas preguntas que todavía hoy para muchos no tienen respuesta. La época que trata la película antes de la Primer Guerra Mundial no era una época muy distinta a la nuestra: los europeos creían ser la cima de la cultura y la historia, la ciencia prometía todo tipo de éxitos y fantasías, el progreso parecía algo inexorable, algunos creían ser muy listos y proponían prescindir de Dios… Después llegarían los horrores del gas asesino en las trincheras de la Gran Guerra, las multitudes de mutilados y heridos, el desastre de la gran gripe de 1918-1920 (40 millones de muertos) y el surgimiento de regímenes antihumanos que ensalzaban la máquina y la masa, como el nazismo y el comunismo, desencadenando horrores innumerables acabarían con esas veleidades. La ciencia, más que mitigar estos horrores, los amplificó: ¿que puede hacer la ciencia una vez caen los misiles atómicos con la destrucción mutua asegurada?
Eso antes no existía. Música de Wagner, y desnudos hacia las llamas La película empieza con la música del “Parsifal” de Wagner, que usará una y otra vez. Pero aquí no se busca el Grial, sino el éter. “El éter es la quintaesencia, está en todas partes, le quita al hombre su voluntad y también su dolor”, explica el doctor con reverencia. ¿No habla así el drogadicto de su droga? ¿No puede decirse eso mismo del pecado? Después, en los títulos de crédito, la cámara se entretiene en una tabla gótica sobre el infierno: demonios arrastran entre llamas a hombres y mujeres desnudos al abismo.
El espectador puede pensar en las cámara de gas nazis y sus hornos crematorios, otro gran éxito “científico” de la modernidad.
¡Una entrevista que te sorprenderá y te hará reflexionar sobre muchos temas que aún hoy, siguen vigentes, no te la pierdas!
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