De ir a conciertos en Londres a misionera en Corea del Sur
Esther Palma fue misionera en Argentina y en Japón pero desde hace 14 años se encuentra en misión en Corea del Sur. Ella nació en Madrid y parte de su labor misionera la da a conocer en su canal de Youtube, se podría decir que es una Youtuber más que se ha adaptado a la perfección a este nuevo entorno digital y le saca provecho en pro de la evangelización y contando cómo es la minoritaria comunidad católica en Corea del Sur y su misión allí. De su llamada a la vocación misionera nos tenemos que remontar a cuando Esther se encontraba en segundo de carrera y tuvo la oportunidad de irse con una beca a estudiar a Londres. Apasionada de la música y de los conciertos, hubo un momento en su vida importante que tiene como punto de partido el concierto del grupo de música The Cranberries. “Cuando salimos del concierto estábamos esperando que salieran los cantantes y empezamos a ver como salían jóvenes de la sala muy mal, vino la ambulancia a por ellos, fue un momento de impacto”, explica Esther.
En ese momento cuando llegó a su casa comenzó a reflexionar sobre qué nos ofrece la sociedad como felicidad. Otro de los suceso que recuerda con dureza es el suicidio de un amigo también que conocía. “Fue en ese momento cuando creo que empecé a buscar, qué es la felicidad, qué es la vida, por qué estoy en este mundo, nunca me había planteado este tipo de cuestiones”. En ese momento la hermana de Esther entra como misionera en una comunidad y la invitó a que las conociera en Inglaterra. Cuando fue a verlas para Esther fue otro impacto, verlas tan felices con tan poco. “Me propusieron esa noche quedarme a dormir y por la noche me dijeron de hacer un rato de oración, me llevaron a la capilla y abrieron el sagrario, expusieron a Jesús, yo no sabía qué era exactamente “.
Se sentó con todo ese ruido exterior, de fiestas, de conciertos y de gente que traía ya consigo para sentarse frente a la Eucaristía ese día sentí el amor de Jesús”. En aquel momento no sabía cómo explicarlo pero tuvo ese sentimiento que contrastaba con todo el ruido exterior con el que cargaba. Ella preguntaba ese por qué a Dios Padre y ella que estudiaba para intérprete estudiaba mucho la situaciones de los países. En ese momento estaba muy vivo los conflictos en Palestina, Ruanda y Corea del Norte. “Cuando estaba en tercero de carrera me puse a estudiar Corea del Norte en un trabajo de clase y me encontré con una foto de unos niños malnutridos en la calle. Desarrollo de armamento nuclear, leí que no tenían libertad religiosa, libertad de prensa. Fue otro golpe muy fuerte, como una llamada de la compasión desde dentro”. Y se planteó, quizás mi vida, es para estos niños.
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