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Medjugorje: pulmón espiritual del mundo

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Los últimos datos recogidos registran que en el mes de noviembre en Medjugorje el número de Sagradas Comuniones fueron 62.000, el número de sacerdotes que han concelebrado las Santas Misas: 2.140 (71 por día). Estos datos son relevantes pero lo es también lo que dijo monseñor Hoser, enviado del Papa, «El milagro más grande de Medjugorje son las confesiones». También las conversiones, numerosas. Estos datos no hacen sino confirmar que más allá de las apariciones de Nuestra Madre, Medjugorje es un lugar de gracia, de espiritualidad donde todas las personas que allí han acudido han experimentado un gran cambio a su regreso a sus países de origen.

Por toda esta trayectoria de frutos incalculables que de Medjugorge han salido, el Papa Francisco recientemente ha autorizado las peregrinaciones a Medjugorje que serán organizadas de forma oficial por las diócesis y parroquias y ya no se llevarán a cabo de forma “privada” como ha ocurrido hasta ahora.

El director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, confirmó esto: “Dada la considerable afluencia de personas que van a Medjugorje y los abundantes frutos de la gracia que han surgido esta disposición es parte de la particular atención pastoral que el Santo Padre ha querido brindar a esa realidad, dirigida a favorecer y promover los frutos del bien”. Asimismo el sacerdote franciscano Fr. Ivan Dugandzic miembro de la Provincia franciscana de Herzegovina explica el contexto eclesiástico de Medjugorje en la página oficial https://centromedjugorje.org/

Estas fueron sus palabras:

Medjugorje, o bien aquello que se sobreentiende cuando se cita el nombre de esta pequeña parroquia en Herzegovina, ya tiene 17 años de existencia impetuosa y, ante todo, de historia sin precedente. ¡Quién hubiera podido prever hace 17 años que las declaraciones de algunos niños que sostenían haber visto a la Virgen, alcanzarían las áreas más distantes del mundo y que la parroquia de Medjugorje se transformaría en uno de los Santuarios mas particulares y en un movimiento espiritual tan vivo, ante el cual nadie puede permanecer indiferente!

La experiencia del grupo de niños en el Podbordo en Bijakovici, seguida por numerosos mensajes y por sus obstinados testimonios han superado ya hace tiempo la parroquia, la iglesia local, llegando a ser un fenómeno espiritual de proporciones mundiales. Hoy en día, los niños han crecido, en su mayoría han formado ya una familia. Una pequeña parroquia ha llegado a ser el punto de encuentro de millones de peregrinos provenientes de todo el mundo. Hay muchos que sostienen haber encontrado o haber despertado una fe desde hace ya tiempo adormecida. Muchos han vuelto a descubrir el valor del Sacramento de la Reconciliación, la profundidad y la belleza de la celebración de la Eucaristía y de estar atentos a la Palabra de Dios. Otros, dan testimonios acerca de curaciones físicas que la medicina no puede explicar. Inspirados y alentados por los eventos de Medjugorje han surgido, ya sea en la misma parroquia o lejos de ésta, numerosos grupos de oración e incluso comunidades religiosas totalmente nuevas. Al mismo tiempo, el camino hacia la vida sacerdotal ha sido emprendido por muchos jóvenes, los cuales sostienen haber recibido precisamente en Medjugorje el germen de su vocación.

Si consideramos todo esto como los buenos frutos de Medjugorje, entonces se ha cumplido la palabra del sabio Gamaliel, según dice que, la obra de Jesús no puede ser destruida (ver He 5,39). El hecho es que desde el principio los videntes y sus padres, y los propios sacerdotes de la parroquia han estado expuestos a las presiones y a las amenazas de las autoridades que deseaban sofocarlo todo.

Pero ellos, a pesar del riesgo de ser perseguidos no cedieron. Al comienzo, el obispo estuvo conforme con los eventos, pero sucesivamente y en modo incomprensible asumió una actitud desfavorable. La Conferencia Episcopal, más por las presiones de la opinión pública, que por un deseo auténtico de verificar que tal Espíritu estuviera obrando en Medjugorje, ha intentado mediar aceptando Medjugorje como Santuario y, al mismo tiempo, poniendo en evidencia la necesidad de analizar ulteriormente el fenómeno.

Esta actitud del obispo sería lógica sólo si nos basáramos en la suposición de que en el estado actual de los acontecimientos, no sea posible dar un juicio, ya sea positivo, ni tanto menos negativo porque si hubieran tenido verdaderas motivaciones, al menos este último hubiera sido expresado inmediatamente. Las declaraciones posteriores de cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal han provocado confusión y por tanto, se podía pensar de que en Medjugorje no sucedía nada de sobrenatural. Como consecuencia, Medjugorje ha atraído un gran número de laicos cristianos, pero no jerárquicos, y los medios de comunicación proponen continuamente el problema del reconocimiento oficial de parte de la Iglesia. Es necesario decir que este asunto es frecuentemente propuesto por aquellos que no saben casi nada, ni de la naturaleza de estos eventos, ni de como la Iglesia debe de considerarlos. En este momento, este es el contexto eclesiástico en que se desarrollan los acontecimientos de Medjugorje.

Para poder comprender el significado y el extraordinario alcance de estos acontecimientos, es igualmente importante el contexto del momento en el que se verifican. Cuando las apariciones tuvieron su inicio ya existía el indicio del fin de una dictadura comunista atea, casi secular que dentro de poco tiempo tendría que cumplirse. Este ha sido uno de los mas grandes desafíos para la humanidad contemporánea, no solo porque se había despedazado la ilusión de una sociedad feliz y sin clases, y de la igualdad de todos los hombres, pero sobre todo por causa de la condición espiritual de centenares de miles de personas que durante generaciones habían sido educadas sin Dios y sin verdaderos valores espirituales.

Por otro lado, aquella parte de la humanidad que se hallaba fuera del alcance del comunismo fue atrapada a partir de la segunda mitad de este siglo, por una oleada de hedonismo nunca antes visto, que en la propagación de la droga y del sexualismo sin tabúes y sin limites ha traído frutos letales para todo el genero humano amenazando también la continuación de su existencia.

Este es el contexto circunstancial dentro del cual tienen lugar los eventos de Medjugorje y estos son los signos que nos ponen en guardia… Jesús había advertido a sus contemporáneos sobre el hecho de como era importante reconocer los signos de los tiempos (ver Mt 16,3). Como línea de principios, después del Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes n. 4), la Iglesia actual desde su más alta jerarquía hacen esto también pero, al parecer, dentro de la Iglesia han sido pocas las personas que han acogido seriamente esta advertencia. Pero los hombres mas intuitivos han reconocido en Medjugorje la respuesta de Dios a las necesidades y a las dificultades de nuestros tiempos. Esto lo confirman numerosos teólogos, sacerdotes y obispos que no han tenido temor, al reconocer esta obra de Dios, de rendir abiertamente un testimonio, algunos también con estudios y libros profundos.

Por tanto, no debemos considerar Medjugorje aisladamente como una isla en donde podemos refugiarnos huyendo de un mundo que ya no podemos soportar, ni buscar un substituto para la Iglesia que está desorientada en el mundo de hoy, a fines del siglo veinte. Por el contrario, Medjugorje acontece propiamente en medio del mundo contemporáneo que tiene necesidad de Dios para tener un futuro. Sucede en una Iglesia que será alejada de su confusión ante los enormes desafíos contemporáneos y que en ella se revivirá el espíritu de sus orígenes. Parece que el significado profundo de los eventos de Medjugorje no son incluir otro movimiento más en la Iglesia, junto con muchos otros, sino mas bien, promover la Iglesia así como es, a fin de que en el mundo de hoy día se reconozca su misión y se acepte su propia responsabilidad con respecto al futuro del mundo, que por varios motivos está siendo objeto de discusión. Naturalmente, solo aquel que comprende que del insignificante Nazaret pudo venir algo bueno (ver Jn 1,46) y que Dios actúa siempre por medio de los pequeños y de los insignificantes puede reaccionar de este modo.

“Mujer ahí tienes a tu hijo” “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19,26)

Una de las siete últimas palabras que Jesús dijo en la Cruz antes de morir, fueron las que dirigió a su Madre y a un discípulo al que Jesús ama, cuya tradición dice que era San Juan. En esas palabras, Jesús les ofreció mutuamente, diciéndole a su Madre; que ahí tiene a su hijo y diciéndole a San Juan, que ahí tiene a su Madre. Desde aquel momento, el discípulo la acogió en su casa.

Es un gesto de amor que tiene su raíz en el amor profundo de Jesús hacia la Virgen María y a su discípulo, quien representaba al pueblo de Dios. Y este gesto revela que su Madre ‑en cuanto “Mujer”, será también desde ahora la Madre del “discípulo”, y que éste, como representante de todos los “discípulos” de Jesús, será desde ahora hijo de María.

Así pues, ya que el mismo Jesús nos ofrece a su Madre, podríamos nosotros como buenos hijos, ponernos en manos de la Virgen, a su servicio, a su disposición, como lo hizo en su día el discípulo al acoger a la Virgen en su casa. Es la mejor manera de llevar a cabo las palabras que Jesús dijo a su discípulo al pie de la Cruz. Así Ella nos guiará a Jesús.

Este es el motivo de una de las principales peticiones de Nuestra Señora en Medjugorje. La Reina de la Paz nos pide que nos consagremos al Corazón Inmaculado de María. Eso conlleva darnos plenamente a Ella. Y de esta manera, Ella actuará por medio de nosotros, porque a través de esa Consagración viviremos una unión total con María, y por medio de Ella, también con su hijo Jesucristo, de tal manera que un día podamos decir como san Pablo: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. (Gal 2,20)

Este acto de Consagración, es un acto de abandono, que cuanto más puro es , alcanza una mayor unión con María, para que Ella ejerza su papel de Madre espiritual, de Mediadora de todas las Gracias, Corredentora de toda la humanidad, de Abogada nuestra. Según San Luis María Grignion de Montfort es el camino más rápido para llegar a la santidad y el consagrarse a María como esclavos, es decir, entregarnos totalmente a Ella, es el medio que tiene Ella para que seamos totalmente de Jesús.

Así, este acto de Consagración permitirá a la Virgen Santísima usar libremente su poder de intercesión y de santificación para el crecimiento de nuestra alma. Notaremos su protección y su amor. Nos sentiremos plenamente hijos suyos y podremos participar de esta batalla contra el maligno, cuya victoria está más que asegurada.

En diversas ocasiones Nuestra Señora en Medjugorje ha manifestado su deseo de que nos consagremos a Ella:

“Queridos hijos: Vengo entre vosotros porque deseo ser vuestra Madre, vuestra intercesora. Deseo ser un vínculo entre vosotros y el Padre celestial, vuestra mediadora. Deseo tomaros de las manos y caminar con vosotros en la lucha contra el espíritu impuro. Hijos míos: consagraos totalmente a mí. Yo tomaré vuestras vidas en mis manos maternas y os enseñaré la paz y el amor, y entonces las entregaré a Mi Hijo. A vosotros os pido que oréis y ayunéis, porque solamente así sabréis testimoniar, de manera correcta, a mi Hijo por medio de mi Corazón materno. Orad por vuestros pastores: para que unidos en mi Hijo puedan siempre, anunciar alegremente, la Palabra de Dios. ¡Os lo agradezco!

Mensaje anual del 18 de Marzo de 2012 a Mirjana

Ya que estamos en Medjugorje, consagremos esa unión que Jesús hizo al pie de la Cruz, con nuestra Madre, con la oración que la Virgen dictó a la vidente del corazón Jelena Vasilij en noviembre de 1983.

 

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