Esta milagrosa cruz anunció la “crucifixión” de una gran mística
(ACI) A unas 40 millas al norte de Oporto (Portugal) se encuentra la aldea de Balazar, lugar donde nació la mística Beata Alejandrina Da Costa (1904-1955), quien quedó paralítica huyendo de un grupo de hombres que querían violarla, y fue conocida por recibir los dolores de la pasión y crucifixión de Cristo.
Pero también en Balazar, muchos años antes del nacimiento de la beata, apareció una extraña cruz en la tierra que permanece visible hasta hoy. Era el jueves del Corpus Christi de 1832 y, cerca de la iglesia, los fieles que iban a Misa se percataron de la misteriosa cruz.
Por aquel tiempo el párroco de Balazar envió una carta al Arzobispo de Braga, contándole que “la tierra que mostraba esta cruz era de un color más blanco que la otra, y parecía haber caído el rocío en toda la tierra, menos en el sitio donde estaba la cruz”.
En el lugar de la aparición de la cruz se construyó una capilla, poco a poco fue creciendo la veneración y se empezaron a reportar milagros. Sin embargo, nadie podía entender el porqué se había producido este hecho en Balazar.
El jueves 30 de marzo de 1904 nació en aquella aldea Alejandrina María Da Costa. Cuando la beata tenía 14 años unos hombres ingresaron a su casa con la intención de abusar de ella, su hermana y una amiga. Alejandrina, por defender su pureza, se arrojó por la ventana del segundo piso y quedó paralítica el resto de su vida.
Poco a poco fue creciendo en la oración y tuvo varias visiones místicas del Señor que la invitaba a ofrecer sus sufrimientos y sacrificios por la salvación de las almas.
“Envié la cruz a esta parroquia como anuncio de tu crucifixión. La cruz estaba lista, pero faltabas tú, eres la víctima elegida en los planes divinos. No es sólo mi Alejandrina la que está crucificada, sino Cristo en ella y con ella es como he obtenido dos frutos: el amor a la cruz y una gran reparación” por los pecados del mundo, le dijo.
Actualmente la capilla donde está la cruz y la casa de la Beata Alejandrina Da Costa se han convertido en lugares de peregrinación y oración para miles de fieles de todo el mundo. La fiesta de la Santa Cruz (o del Señor de la Cruz) en Balazar se realiza todos los años el segundo domingo de julio con una Misa solemne.
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