Así se reza el Rosario Viviente Misionero
(Gaudium Press) La Iglesia católica dedica el mes de octubre al Santo Rosario, celebrando la fiesta de Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre, en memoria de uno de los grandes favores que la Virgen otorgó a la Iglesia esa fecha en el año 1571: la entonces poderosa fuerza naval del Imperio Otomano desafío a la Liga Santa – armada conformada por el Reino de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la República de Génova, la Orden de Malta y el Ducado de Saboya -. Por solicitud del Papa, los católicos rezaron el Santo Rosario, y pese a las innumerables dificultades, los cristianos alcanzaron la victoria, que fue adjudicada a Nuestra Señora. Ahí se instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias.
Pero octubre también es el mes dedicado a las misiones, con el propósito de despertar entre los fieles el espíritu misionero con un llamado a la solidaridad y a la oración por los misioneros y los territorios en misión. Una manera de rendir homenajes a la Virgen y orar por las necesidades de las misiones durante octubre, es a través del Rosario Viviente Misionero. Este Rosario fue ideado en 1826 por la Venerable francesa Paulina María Jaricot, fundadora de la Obra Misional de la Propagación de la Fe. Ella tenía la certeza que la oración es fundamento, soporte, de la misión de la Iglesia, y tenía el anhelo de hacer que el Rosario fuese conocido y practicado por muchas personas.
Así, utilizando los mismos criterios de la organización de la Obra Misional con la conformación de pequeños grupos, inicia el Rosario viviente con amigos y colaboradores, con quienes conformó grupos de 15 personas, de acuerdo con los Misterios del Rosario de entonces. Así le solicitó a cada uno orar y meditar cada día en un misterio durante un mes entero. La idea, pronto llegó a otros países como Italia, Bélgica, Inglaterra, y luego a América. En la actualidad se sigue realizando esta práctica de oración pidiendo de modo especial por los misioneros y la evangelización, pero ampliándose a grupos de 20 personas, añadiendo así los cinco misterios luminosos del Rosario que instituyó el Papa San Juan Pablo II.
De esta manera, a cada una de la 20 personas que participan en el Rosario Viviente Misionero, se les asigna un misterio, más una intención especial dirigida a las misiones, los misioneros y la labor evangelizadora de la Iglesia. El esquema de la oración, más la intención, es el siguiente: se anuncia el misterio del Santo Rosario, luego se ofrece la intención misionera, posteriormente se realiza una lectura Bíblica – por lo general un pasaje de las Sagradas Escrituras -, finalmente se realiza un comentario que haga referencia a la intención misionera o se incluye un testimonio de la Misión. En la web oficial del Mes Misionero Extraordinario, convocado por el Papa Francisco para este octubre, se ofrece una guía para realizar el Rosario Viviente Misionero.
También está el Rosario Misionero. Éste consiste en orar con los cinco misterios de la oración mariana, ofreciéndolos por cada unos de los cinco continentes, y orando por la evangelización, los misioneros y los territorios de misión. Cada uno de los cinco decenas del Rosario, que representa a un continente, está representado por un color y una intención especial de esta manera: Verde por África, recordando las verdes selvas habitadas por los africanos; rojo por América, simbolizando la sangre derramada por los mártires que dieron su vida durante la evangelización del continente; blanco para Europa, recordando la raza blanca originaria del continente, así como la vestidura del Santo Padre, que en él tiene su sede; azul por Oceanía, evocando las islas del Océano Pacífico; y amarillo para orar por Asia, recordando el continente poblado, sobre todo, por razas de este color.
Con información de october2019.va
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