Congreso de Evangelización de Getafe: para enamorados de Cristo
“Se trata de un plan de evangelización de todos y para todos. No son palabras, es una realidad, queremos hacer una Iglesia sinodal, en la que caminamos juntos, cada uno desde nuestros ministerios y nuestros carismas”, resaltó el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán en el Congreso de Evangelización de Getafe celebrado el 28 y 29 de septiembre.
El lema del congreso, «Anunciar y transmitir la fe desde el amor de Cristo», ha reunido a multitud de testimonios de vocación y jóvenes con historias de fe y conversión muy potentes que ha tenido como uno de los objetivos revitalizar la fe compartiendo historias y experiencias que puedan servir de ejemplo para otros muchos y poder de esta forma cada uno, cada grupo, cada movimiento materializar esas propias experiencias en sus familias y parroquias. Todo ello en el contexto de las celebraciones del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús celebrado también en ese corazón que es el Cerro de los Ángeles. “Queremos poner un empeño en el plan tanto la necesidad de acrecentar la identidad diocesana en una Iglesia local que tan solo tiene 28 años, además de promover la comunión de la Iglesia. Muchas veces se nos quiere presentar al mundo como una Iglesia dividida y no es verdad”. Cualquier reforma en la Iglesia tiene que nacer de la vuelta a lo esencial y por eso nosotros queremos volver al Evangelio”.Tenemos que acoger a todas las sensibilidades de la Iglesia para que se sientan en casa y uno de mis grandes sueños es que la diócesis de Getafe sea una familia”, insistió García Beltrán.
También el primer día de ponencias las personas allí congregadas pudieron asistir a la ponencia del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella que resaltó el amor como base para todo cristiano. “Vivimos unas vidas no del todo enamoradas de Jesús, no se puede evangelizar si no se está enamorado. ¿Y cómo se enamora uno?, con el trato. Hemos de propiciar encuentros, citas para hacernos amigos del Señor. Cuando uno está enamorado, proyecta amor. El amor es expansivo, se expande en esa predilección que Dios tiene por los pequeños. El amor aguanta todo”.
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