Haz con Mater Mundi la Novena a Santa Faustina Kowalska
(Catholic.net) En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contricción:
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y por que os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido,también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amen
Día I – El conocimiento del misterio de la Divina Misericordia
Jesús: “Su vida debe modelarse sobre Mí, desde el pesebre hasta la muerte en la cruz. Penetra en Mis secretos y conocerás el abismo de Mi misericordia para con las criaturas y Mi bondad insondable, y harás conocer ésta a todo el mundo” (Diario 438).
Santa Faustina: “Oh Dios, cuánto deseo que las almas Te conozcan, que sepan que las creaste por Tu amor inconcebible; oh Creador y Señor, siento que descorreré las cortinas del cielo para que la tierra no dude de Tu bondad.” ( Diario 483).
Oración: Santa Faustina, ayúdame a obtener la gracia de penetrar más profundamente en el misterio de la misericordia de Dios en la obra de la creación, la salvación y la gloria para que, como tú, puede hacerla a conocer a todo el mundo.
Día II – La contemplación de la Misericordia en la vida cotidiana
Jesús: “Cuando contemplas en el fondo de tu corazón lo que te digo, sacas un provecho mucho mayor que si leyeras muchos libros. Oh, si las almas quisieran escuchar Mi voz cuando les hablo en el fondo de sus corazones, en poco tiempo llegarían a la cumbre de la santidad.” (Diario 584).
Santa Faustina: “No busco la felicidad fuera de mi interior donde mora Dios. Gozo de Dios en mi interior, aquí vivo continuamente con Él, aquí existe mi relación más íntima con Él, aquí vivo con Él segura, aquí no llega la mirada humana. La Santísima Virgen me anima a relacionarme así con Él. “( Diario 454).
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Oración: Santa Faustina, enséñame a cumplir con el Señor visitándolo en mi propia alma, para escuchar su voz y compartir con él todos los momentos de mi vida. Ayúdame a obtener la gracia de contemplar la misericordia en la vida cotidiana.
Día III – La actitud de confianza hacia Dios
Jesús: “Hija mía, te aseguro un ingreso fijo del cual vivirás. Tú empeño debe ser la total confianza en Mi bondad, el Mío, darte todo lo que necesites. Me hago dependiente de tu confianza; si tu confianza es grande Mi generosidad no conocerá límites” (Diario 548).
Santa Faustina: “Oh Dios único en la Santísima Trinidad, deseo amarte como hasta ahora ninguna alma humana Te ha amado; y aunque soy particularmente mísera y pequeñita, no obstante arrojé muy profundamente el ancla de mi confianza en el abismo de Tu misericordia, oh Dios y Creador mío. A pesar de mi gran miseria, no tengo miedo de nada, sino que espero cantar eternamente el himno de la gloria. (Diario 283).
Oración: Santa Faustina, ayúdame a conseguir la gracia de la confianza de un niño; para que pueda siempre y en todo cumplir fielmente la voluntad de Dios, que es la misericordia en sí para todos nosotros.
Día IV – La actitud de misericordia hacia el prójimo
Jesús: “Hija mía […] exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio indiscutible del amor hacia Mi. De este modo el alma alaba y adora Mi misericordia.” (Diario 742).
Santa Faustina: “Jesús mío, penétrame toda para que pueda reflejarte en toda mi vida. Divinízame de modo que mis acciones tengan el valor sobrenatural. Haz que tenga para cada alma, sin excepción, amor, compasión y misericordia. Oh Jesús mío, cada uno de Tus santos refleja en sí una de Tus virtudes, yo deseo reflejar Tu Corazón compasivo y lleno de misericordia, deseo glorificarlo. Que tu misericordia, oh Jesús, quede impresa sobre mi corazón y mi alma como un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra. Glorificar Tu misericordia es la tarea exclusiva de mi vida. “(Diario 1242).
Oración: Santa Faustina, intercede por mí ante el Señor para que mi vida, también, pueda transformarse con en misericordia hacia el prójimo y que pueda ejercerla a través de la palabra, la acción y la oración. Que mis ojos, oídos, boca, manos, pies y corazón, todo mi ser, sean misericordiosos.
Día V – Proclamar el mensaje de la Misericordia
Jesús: “En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso. Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello; Mi mano se resiste a tomar la espada de la justicia. Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia.”(Diario 1588).
Santa Faustina: “Oh Dios mío, que Te adore todo lo que hay en mí, oh Creador y Señor mío, y con cada latido de mi corazón deseo glorificar Tu misericordia insondable. Deseo hablar a las almas de Tu bondad e invitarlas a confiar en Tu misericordia. Ésta es mi misión que Tú mismo me has confiado en ésta y en la vida futura.”(Diario 1325).
Oración: Siguiendo tu ejemplo, Santa Faustina, quiero anunciar al mundo el mensaje de la misericordia con el testimonio de mi vida y la palabra; para que pueda llegar a todos los pueblos de la tierra y llenar el corazón de la humanidad, de esperanza.
Día VI – Al implorar la misericordia de Dios para el mundo
Jesús: “Hija mía, he inclinado Mi Corazón hacia tus súplicas: tu tarea y empeño aquí en la tierra es implorar la misericordia para el mundo entero. […] Te nombro dispensadora de Mi misericordia.(Diario 570).
Santa Faustina: “Oh Dios mío, estoy consciente de mi misión en la santa Iglesia. Mi empeño continuo es impetrar la misericordia para el mundo. Me uno estrechamente a Jesús y me presento como víctima que implora por el mundo. Dios no me rehusará nada cuando le suplique con la voz de Su Hijo. (Diario 482).
Oración: Junto a ti, Santa Faustina, quiero pedir clemencia para el mundo entero, especialmente para los pecadores, así como para los sacerdotes y religiosos para que, viviendo en el mundo, puedan conducir al pueblo de Dios hacia los caminos de la salvación.
Día VII – El amor a la Iglesia – del Cuerpo Místico de Cristo
Jesús: “Hija mía, medita sobre la vida divina que se encuentra en la Iglesia para la salvación y la santificación de tu alma. Considera cómo aprovechas estos tesoros de gracias, estos esfuerzos de Mi amor.” (Diario 1758).
Santa Faustina: “Me esfuerzo por la santidad, ya que con ella seré útil a la Iglesia. Hago continuos esfuerzos en las virtudes, procuro imitar fielmente a Jesús y esta serie de actos de virtud cotidianos, silenciosos, ocultos, casi imperceptibles, pero sí cumplidos con gran amor, los pongo en el tesoro de la Iglesia de Dios para el provecho común de las almas. Siento interiormente como si fuera responsable por todas las almas, siento claramente que vivo no solamente para mí, sino para toda la Iglesia… (Diario 1505).
Oración: Agradecido/A por todos los dones de la misericordia que Dios pone en la Iglesia, a mi disposición, quiero hacer uso de ellos como tú, Santa Faustina, para alcanzar la santidad y así llevar a otras almas hacia las fuentes de la misericordia de Dios.
Día VIII – Encuentro con Jesús en los sacramentos
Jesús: “Oh, cuánto Me duele que muy rara vez las almas se una a Mí en la Santa Comunión. Espero a las almas y ellas son indiferentes a Mi. Las amo con tanta ternura y sinceridad y ellas desconfían de Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quieren aceptarlas. Me tratan como cosa muerta, mientras que Mi Corazón está lleno de Amor y Misericordia. Para que tú puedas conocer al menos un poco Mi dolor, imagina a la más tierna de las madres que ama grandemente a sus hijos, mientras que esos hijos desprecian el amor de la madre. Considera su dolor. Nadie puede consolarla. Ésta es solo una imagen débil y una tenue semejanza de Mi amor. (Diario 1447).
Santa Faustina: “Jesús, en mi vida hay un secreto más, el más profundo, pero también el más querido para mí, lo eres Tú Mismo bajo la especie del pan cuando vienes a mi corazón. Aquí mi corazón unido al tuyo se hace uno, aquí ya no hay ningún secreto, porque todo lo Tuyo es mío, y lo mío es Tuyo. He aquí la omnipotencia y el milagro de Tu misericordia.” (Diario 1489). Todo lo bueno que hay en mí es gracias a la Santa Comunión, le debo todo. Siento que este sagrado fuego me ha transformado totalmente. Oh cuánto me alegro de ser Tu morada, oh Señor; mi corazón es un templo en que permaneces continuamente…”(Diario 1392).
Oración: Santa Faustina, ayúdame a obtener la gracia de vivir la fe de modo que cada sacramento sea para mí un lugar privilegiado de encuentro con el Señor, y que la Eucaristía sea el centro mismo de toda mi vida, transformándola en amor.
Día IX – La devoción a Nuestra Señora
Virgen María: “Su vida debe ser similar a la mía, silenciosa y escondida; deben unirse continuamente a Dios, rogar por la humanidad y preparar al mundo para la segunda venida de Dios”. (Diario 625).
Santa Faustina: “Oh dulce Madre de Dios, sobre Ti modelo mi vida, Tú eres para mí una aurora radiante, en ti me pierdo extasiada. Oh Madre, Virgen Inmaculada, en ti el rayo divino se refleja. Tú me enseñas cómo amar a Dios entre las tormentas, Tú eres mi escudo y mi defensa contra el enemigo. “(Diario 1232).
Oración: Santa Faustina, la hija más fiel de la Madre de la Misericordia, permíteme esconderme junto a tí, bajo su manto; para que ella me lleva a Jesús y me enseñe a participar en su vida y en la misión de revelar al mundo la misericordia del Padre celestial. Como María, quiero dar a conocer a Jesús – la Misericordia encarnada – a todas las personas; y preparar al mundo para su segunda venida.
Oración final para todos los días
Santa María Faustina, nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías (diario # 281, 1582). Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que “distribuyeras las gracias como tu quisieras, a quien tu quisieras y cuando tu quisieras” (diario # 31). Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito, especialmente por la conversión de todos los pecadores y ( intención tuya personal)
Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tu lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.
Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Se repite tres veces: Santa María Faustina, ruega por nosotros.
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