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Las diez oraciones más bellas de la Madre Teresa de Calcuta

Las diez oraciones más bellas de la Madre Teresa de Calcuta

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El periódico perteneciente a la Congregación Religiosa “Les Augustins de l’Assomption” , La Croix, ha realizado una preciosa selección de diez oraciones de la Madre Teresa de Calcuta. Tal día como hoy nacía Santa Teresa de Calcuta hace 109 años años. Qué mejor homenaje que extrayendo algunas de sus mas preciadas oraciones para que sigamos nutriéndonos de su espiritualidad y las pongamos en práctica.

Tú eres el sol que resplandece del Padre.

Señor Crucificado y Resucitado,

Enséñanos a afrontar los hechos de la vida cotidiana,

Con el fin de que podamos vivir dentro de una mayor plenitud.

Tú acogiste humilde y pacientemente los fracasos de tu vida

Que te llevaron hasta los sufrimientos de tu crucifixión.

Ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada día

Como ocasión para crecer y para asemejarnos más a ti.

Haznos capaces de mirar esas pruebas con valentía y mansedumbre,

Llenos de confianza, porque tú nos sostienes.

Permítenos comprender que no llegaremos a la plenitud de la vida,

Si no morimos sin cesar en nosotros mismos,

En nuestros deseos egoístas.

Porque solamente si morimos contigo, podremos resucitar contigo.

Que nada de ahora en adelante, nos haga sufrir o llorar

Hasta el punto de olvidar la alegría de tu Resurrección.

Tú eres el sol que resplandece del Padre.

Tú eres la esperanza de la eterna felicidad.

Tú eres el fuego del amor que incendia nuestros corazones.

Que la alegría de Jesús sea nuestra fuerza,

Que sea entre nosotros lazo de paz, de unidad y de amor.

Amén.

Te amo como eres

Mira que estoy a la puerta y llamo.

Es verdad. Estoy a la puerta de tu corazón, de día y de noche.

Aun cuando no estás escuchando, aun cuando dudes que pudiera ser yo,

Ahí estoy,

Esperando la más pequeña señal de respuesta, hasta la más pequeña sugerencia

De invitación que me permita entrar.

Y quiero que sepas que cada vez que me invitas, yo vengo siempre,

Sin falta.

Vengo en silencio e invisible, pero con un poder y un amor infinitos,

Trayendo los muchos dones de Mí Espíritu.

Vengo con Mi misericordia, con Mi deseo de perdonarte y de sanarte,

Con un amor hacia ti que va más allá de tu comprensión.

Un amor en cada detalle, tan grande como el amor que he recibido de Mi Padre

(“Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mí…” (Jn. 15,10).

Vengo deseando consolarte y darte fuerza, levantarte y vendar todas tus heridas.

Te traigo Mi luz, para disipar tu oscuridad y todas tus dudas.

Vengo con Mi poder, que me permite cargarte a ti;

Con Mi gracia, para tocar tu corazón y transformar tu vida.

Vengo con Mi paz, para tranquilizar tu alma.

Te conozco como la palma de mi mano, sé todo acerca de ti,

Hasta los cabellos de tu cabeza he contado.

No hay nada en tu vida que no tenga importancia para mí.

Te he seguido a través de los años y siempre te he amado,

Hasta en tus extravíos. Conozco cada uno de tus problemas.

Conozco tus necesidades y tus preocupaciones y, sí, conozco todos tus pecados.

Pero te digo de nuevo que Te amo, no por lo que has hecho o dejado de hacer,

Te amo por ti, por la belleza y la dignidad que mi Padre te dio al crearte

A Su propia imagen.

Es una dignidad que muchas veces has olvidado,

Una belleza que has empañado por el pecado, pero te amo como eres.

Hazlo de todas formas

A menudo la gente es irrazonable, ilógica y egocéntrica.

Perdónalos de todas formas.

Si eres amable, la gente puede acusarte de egoísta o de tener segundas intenciones.

Sé amable de todas formas.

Si eres exitoso, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.

Ten éxito de todas formas.

Si eres honesto y franco, la gente puede engañarte.

Sé honesto y franco de todas formas.

Lo que tardas años en construir, alguien puede destruirlo en un instante.

Construye de todas formas.

Si encuentras serenidad y felicidad, pueden tener celos.

Sé feliz de todas formas.

El bien que haces hoy, a menudo será olvidado mañana.

Haz el bien de todas formas.

Da al mundo lo mejor que tienes y puede que jamás sea suficiente.

Da al mundo lo mejor que tengas, de todas formas.

Verás, el análisis final es entre tú y Dios;

nunca será entre tú y ellos, de todas formas.

La alegría es oración, fuerza y amor

Dios ama a quien da con alegría.

La mejor forma de mostrar nuestra gratitud hacia Dios y la gente

Es aceptar todo con alegría.

Ser feliz con él, ahora,

Esto quiere decir: amar como él ama, ayudar como él ayuda, dar como

Él da, servir como él sirve,

Salvar como él salva, estar con él 24 horas al día,

Tocarlo con Su disfraz de pobre en los pobres y en los que sufren.

Un corazón alegre es el resultado normal de un corazón ardiente de amor.

Es el don del Espíritu, una participación en la alegría de Jesús que vive en el alma.

Guardemos en nuestros corazones la alegría del amor de Dios y compartamos

Esta alegría de amarnos los unos a los otros como él nos ama

A cada uno de nosotros.

Que Dios nos bendiga.

Amén

Esparcir tu aroma…

Dulce Jesús, ayúdanos a esparcir tu aroma donde quiera que vayamos. Inunda nuestras almas de tu espíritu y tu vida. Posee  toda nuestra existencia hasta tal punto que toda nuestra vida solo sea una emanación de la tuya. Brilla a través de nosotros, y mora en nosotros de tal manera que todas las almas que entren en contacto con nosotros puedan sentir tu presencia en nuestra alma. Haz que nos miren y ya no nos vean a nosotros, ¡sino solamente a ti, oh Señor!

Amén

Encontrar la felicidad

Mi dulce Señor, que te descubra hoy y todos los días en la persona de tus enfermedades y que al servirlas, te sirva a ti también;

Que te reconozca también cuando te escondas bajo el disfraz de aquellos que son fácilmente irritables, exigentes e irrazonables, y que diga:

“Jesús lleno de paciencia, qué dulce es servirte”

Señor, dame esa fe que desea y mi trabajo nunca será molesto.

Encontraré siempre la felicidad en soportar los humores y en cumplir los deseos de los pobres que sufren.

Abre nuestros ojos y nuestros oídos

Señor, abre nuestros ojos, que te reconozcamos en nuestros hermanos y hermanas. Señor, abre nuestros oídos, que escuchemos las llamadas de aquellos que tienen hambre. De los que tienen frío, de los que tienen miedo, y que lo oprimamos; Oh, Señor, abre nuestros corazones. Que nos amemos los unos a los otros como tú nos amas. Renueva en nosotros tu Espíritu, Señor, danos la libertad y la unidad.

Amén.

De rodillas ante ti

Dios mío, gran sanador. Estoy de rodillas ante ti, porque tu perfecto don debe venir de ti. Te lo ruego, dale a mis manos la habilidad, a mi razón la perspicacia. Y a mi corazón, la dulzura y la compasión. Concédeme una ambición constante, la fuerza de controlarme. Una parte de la carga que soportan los hombres que sufren y una justa comprensión del honor con el que me cubres. Quita de mi corazón cualquier perfidia y cualquier deseo carnal para que pueda otorgarme mi confianza con la fe simple de los niños.

Amén

La vida es vida

La vida es belleza, admírala

La vida es una oportunidad, aprovéchala.

La vida es una bendición, disfrútala.

La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.

La vida es un juego, juégalo.

La vida es preciosa, cuídala.

La vida es riqueza, consérvala.

La vida es amor, gózalo.

La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es una promesa, cúmplela.

La vida es tristeza, supérala.

La vida es un himno, cántalo.

La vida es una lucha, acéptala.

La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.

La vida es felicidad, merécela.

La vida es vida, defiéndela.

Jesús es mi vida

La Palabra, para ser dicha.

La Verdad, para ser proclamada.

El Camino, para ser recorrido.

La luz, para ser encendida.

La Vida, para ser vivida.

El Amor, para ser amado.

La Alegría, para ser compartida.

El sacrificio, para ser ofrecido.

La Paz, para que sea dada.

El Pan de Vida, para que sea mi sustento.

El Hambriento, para ser alimentado.

El Sediento, para ser saciado.

El Desnudo, para ser vestido.

El Desamparado, para ser recogido.

El Enfermo, para ser curado.

El Solitario, para ser amado.

El Indeseado, para ser querido.

El Leproso, para lavar sus heridas.

El Mendigo, para darle una sonrisa.

El Alcoholizado, para escucharlo.

El Deficiente Mental, para protegerlo.

El más Pequeño, para abrazarlo.

El Ciego, para guiarlo.

El Mudo, para hablar por él.

El Tullido, para caminar con él.

El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.

La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.

El Preso, para ser visitado.

El Anciano, para ser atendido.

Para mí, Jesús es mi Dios.

Jesús es mi Esposo.

Jesús es mi Vida.

Jesús es mi único amor.

Jesús es mi Todo.

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