La madre que sacó adelante a su hijo a pesar de que los médicos aconsejaron desconectarlo
La famosa y rica Eliza Arcaya sabe lo que es el sufrimiento por un hijo. Hace casi un año, un accidente casero casi segó la vida del suyo, pero ella luchó y ahora muestra cómo
La caída por un desnivel
La trayectoria de Eliza navegaba espléndidamente hasta que el 21 de agosto del pasado año su segundo hijo, Joaco Chumaceiro, sufrió un accidente en su casa de Jamaica. Estaba con un amigo en el jardín y al salir de la piscina se montaron en un carro de golf. Mientras Eliza preparaba la comida, el amigo fue a pedir ayuda: el carro había caído por un desnivel de más de 4 metros y él se había zafado pero no así Joaco.
Eliza removió cielos y tierra en los cinco continentes para pedir auxilio desde el Caribe. Así logró que le atendieran en el Jackson Memorial Hospital de Miami, adondde llegó en aeroambulancia.
“No hay nada que hacer”, dijeron los médicos
Joaco estuvo ingresado 10 días, sin que los médicos confirmaran que iba a sobrevivir. Fueron días de mucho sufrimiento, pero peor fue el diagnóstico del equipo médico: “Es una lesión tan grave que no hay nada que hacer. Desenchúfelo”, le recomendaron al ver que tenía dañada la conexión entre el cerebro y el cerebelo.
Eliza ha relatado a la revista “Vanity Fair” qué sucedió a continuación: “Yo no me podía sostener sobre mis pies. Tuve una sensación de miedo y vértigo terrible. Como de estar en el espacio y no saber dónde agarrarme”. Joaco es el segundo de tres hermanos.
Para Eliza, los médicos no tenían la última palabra. Sacó fuerzas de flaqueza y arrancó: “Pasé seis horas en shock. Luego pensé: lo peor ya pasó. De ahora en adelante todo va a ser bueno”.
El poder de la oración
Y fue entonces cuando emergió la “madre coraje”. “Monté un pequeño altar en la cabecera de la cama de Joaco. Pensé: ‘Como se obre el milagro, no vamos a saber a qué santo atribuírselo”, dice con humor.
Desahuciado en Miami, Eliza y su marido, Roberto, decidieron trasladar a su hijo Joaco a la Clínica Ruber de Madrid.
“Papá Dios te mandó tu primer trabajo”
El seis de septiembre recibieron la primera alegría: “Abrió un ojo a medias, pero seguía totalmente ido”. Y Eliza seguía rezando. Además, le decía a Joaco algo muy apropiado para un estudiante de Ciencias Computacionales como él: “Papá Dios te mandó tu primer trabajo.Reparar tu propia computadora, que es tu cerebro”.
El 20 de octubre ocurrió el milagro familiar: Joaco abrió los ojos y rompió a llorar.
Desde entonces, Eliza no ha parado de impulsar a su hijo para que mejore en la medida de lo posible, siempre segura y confiada en que “papá Dios”, como así le llama, atenderá a Joaco.
Y así ha sido. Con horas de terapeutas y dieta ad hoc, ha avanzado en la mejoría de su estado.
El pasado 16 de marzo Joaco se quedó de pie y se aguantó por sí mismo.
Joaco vuelve a estar “perfecto de cabeza”
El 25 de mayo se produjo otro gran avance: se levantó de la silla de ruedas. Eliza explica que hoy por hoy Joaco “está perfecto de cabeza” y sus problemas se concentran en el sistema motor y el habla.
Eliza quiere contar al mundo su historia, pero no la de cómo logró hacer famoso su restaurante sino de cómo su hijo Joaco sobrevivió a un accidente que le podría haber dejado postrado en cama por siempre. La fe en Dios y el amor por su hijo fueron los motores que hoy la llevan a querer hacer un documental que narre los hechos. Conociendo su tenacidad, pronto hablaremos de ella desde Hollywood. Y no es para menos.
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