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¿Existe la vocación a la soltería? Te lo contamos

¿Existe la vocación a la soltería? Te lo contamos

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(Catholic-Link)Hace poco una joven me comentó: «tengo más de 31 años y aún no he encontrado un hombre que me quiera por quien soy. Con asombro veo en cambio cómo otras mujeres consiguen pareja, y yo sigo soltera. Además trato de hacer las cosas de manera correcta y sigo sola, ¿existe la vocación de soltero/a?». En este post les compartiré la respuesta que le di.

Dios quiere que seas feliz, que lo conozcas y lo ames cada día más. Que le manifiestes tu amor, con tus acciones «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando» (Jn 15,14). Por lo tanto lo más importante no es agradar a los hombres sino agradar a Dios. Tú, como muchas personas tratas de comportarte bien, porque eso te hace bien a ti, te hace mejor persona y das testimonio de la alegría que trae seguir a Cristo. Por lo tanto no desistas de tu opción por ser una mujer de bien, de hacer las cosas de manera correcta y según los planes de Dios

1. Todo dará fruto a su tiempo

Debes estar feliz de estar poniendo todo de tu parte por comportarte bien, porque todo eso dará su fruto a su tiempo. ¿De que serviría conseguir alguien que te quiera por lo que no eres?, ¿de que te serviría estar con alguien simplemente por no sentirte sola, si no lo amas o si él no te ama? Quizás podrás sentirte bien un momento pero eso no te da la felicidad que estás buscando.

Te recomiendo que sigas buscando a una persona que quiera conocerte y valorarte realmente por lo que eres. Que comparta sobretodo el mismo proyecto de vida que tú anhelas. Si quieres encontrar un hombre que te valore, tienes que comenzar por valorarte a ti misma de manera correcta.¡Ojo! no digo que no lo hagas, pero me parece bueno recordarlo.

Algunas chicas se contentan con conseguir relaciones pasajeras y momentáneas, pero lo que sucede es que así se corre el riesgo de construir matrimonios descartables, que se basan en cosas superficiales, en la apariencia, las compensaciones, en la búsqueda de sensaciones de todo tipo. Pero que no llenan y que llevan a la infelicidad, no al amor verdadero que compromete y que anhela tu corazón.

2. No existe una vocación a la soltería

Recuerda también que no existe una vocación a la soltería. Existe la vocación a la vida matrimonial o la vida sacerdotal y consagrada. Puede haber personas que se queden solteras por alguna razón en particular, por ejemplo, servir a sus papás, o cuidar algún familiar enfermo.

Pero no es que exista un llamado a ser soltero, sino mas bien situaciones excepcionales que además no es que quien lo vive esté haciendo algo malo. Sería bueno que se pregunte cuáles son las razones que lo llevan a vivir así y si estás podrían ser superadas. Recordemos que estamos llamados a vivir la comunión de amor, en la entrega total de nuestro ser a Dios y al prójimo.

3. Postergación del matrimonio

No digo que sea tu caso, pero la pregunta me permite profundizar en otro tema que es algo que suele suceder mucho hoy en día y es la postergación del matrimonioEs muy común retrasar el matrimonio por las maestrías, por ir avanzando profesionalmente, o por tener todas las seguridades económicas posibles. Eso no está mal, pero lo importante es no perder de vista qué es lo prioritario y tener un sano equilibrio entre la prudencia y la excesiva seguridad de las cosas materiales.

Ojo tampoco se trata de que uno tenga que ser perfecto para dar el paso al matrimonio, pero lo que si queda claro es que el tener todo seguro económica y profesionalmente no es lo único necesario, ni lo más importante, para dar el paso hacia la
vivencia de esta vocación.

En otros casos se ve algo más triste que es la postergación del matrimonio, por ese no querer asumir la vida con responsabilidad. Se dejan de lado los compromisos serios por ir jugando con relaciones efímeras y compensatorias y así van pasando los años. Las cosas se hacen más difíciles, porque se acostumbran a vivir de manera egoísta, buscando solo el placer sin compromiso, y como sabemos eso no educa en el verdadero amor.

Lo que sucede es que esas acciones van dejando su huella, sus heridas, y en algunos casos llevan a la incapacidad de amar auténticamente.Obviamente todos podemos cambiar, y a eso apelo con este artículo que ayude a tomar conciencia y revisemos si hay algunas cosas que deberíamos mejorar, y vivir aquello para lo que hemos sido creados. La gracia de Dios transforma el corazón, su amor es infinito, y es capaz de hacer maravillas, pero hay que abrirse a Él y mirar lo hermoso que Dios nos ofrece.

Recuerda que siempre te puedes levantar y seguir esforzándote por buscar el camino de la auténtica realización, de la mano de Dios que siempre se extiende hacia cada uno para animarnos a seguir avanzando.

Artículo elaborado por el Padre Enrique Granados.

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