Vive la Semana Santa con Mater Mundi TV

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Mater Mundi TV te invita a que esta Semana Santa la vivas intensamente junto a nosotros y con Cristo. A lo largo de la Semana Santa te acompañaremos para celebrar juntos el Domingo de Ramos, el Jueves Santo, El Viernes Santo, el Sábado Santo y el Domingo de Pascua. Te explicaremos el sentido profundo de estos días de la mano del Padre Jesús Silva con el que caminaremos estos días de Pasión hacia la Resurrección. Acompáñanos y vive con Mater Mundi TV la Semana Santa.

El Domingo de Ramos

En el Domingo de Ramos, como umbral de la Semana Santa. No dejemos que esta ocasión pase de largo sin dar un paso más hacia el Cielo.

La contemplación de la Pasión, en la liturgia

Tanto los símbolos como el eucologio (oraciones) de estos días santos están orientados a crear una atmósfera de recogimiento y penetración en el misterio de Dios que se humilla y muere por nosotros.

Es muy importante observar estos detalles, ver qué sentido interno nos transmiten los actos externos. Ya habíamos comenzado la Cuaresma con el gesto de imponernos la ceniza (externo), como señal de conversión y penitencia (interior).

En esta semana citamos unos cuantos, pero hay más, e invitamos a estar atentos:

– Las imágenes cubiertas con un velo morado, ya desde el domingo de Pasión.

– Las oraciones y lecturas bíblicas escogidas para Laudes y Vísperas, y para la Santa Misa.

– El lavatorio de los pies.

– La bendición del Crisma y óleos, por parte del Obispo.

– Las diferentes posturas del celebrante y de los fieles: postrado, de rodillas, de pie, etc.

– El monumento donde se traslada la Eucaristía el Jueves Santo, rodeado de flores y velas encendidas. El apagar las velas al entrar en el viernes.

– El uso (o no uso) de las campanillas en el canto del Gloria.

– La adoración de la Santa Cruz.

– En la noche de Pascua: La iglesia a oscuras. El fuego y la bendición del cirio pascual.

– La liturgia bautismal, la aspersión con agua bendita, el canto alegre del Aleluya, que pone fin al silencio de estos 40 días, anuncio gozoso de la Resurrección de Cristo, Esperanza nuestra.

Las antífonas y oraciones también son muy expresivas. Entremos en las escenas como hacía San Ignacio: como un actor más, oír lo que dicen, tocar, besar las huellas del Maestro…

“Todos los días me sentaba en el templo para enseñar y nunca me prendisteis; ahora, flagelado, me lleváis para ser crucificado.”
“El Señor Jesús se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz.”
“Nos has comprado, Señor, por tu sangre. De entre toda raza, pueblo y nación.”
“Ya sabéis con qué os rescataron: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha. Ya de antes de la creación del mundo estaba él predestinado para eso; y al fin de los tiempos se ha manifestado por amor a vosotros. Por él creéis en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó. Así vuestra fe y esperanza se centran en Dios. (1Pe. 1, 18-21)”
Oración: “Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se anonadase, haciéndose hombre y muriendo en la cruz, para que todos nosotros imitáramos su ejemplo de humildad, concédenos seguir las enseñanzas de su pasión, para que un día participemos en su resurrección gloriosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo…”
“Cargado con nuestros pecados subió al leño para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia”
Oración: “Dios nuestro, digno, con toda justicia, de ser amado sobre todas las cosas, derrama sobre nosotros los dones de tu gracia, para que la herencia celestial, que la muerte de tu Hijo nos hace esperar confiadamente, logre ser alcanzada por nosotros en virtud de su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo…”
“Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero”.

La contemplación de la Pasión en los santos

Además de la Iglesia como Madre, los santos también nos invitan a vivir estos días santos, y nos dan su testimonio:

“Hoy, Jesús me dijo: Deseo que conozcas mas profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas, y tú comprenderás esto cuando medites mi Pasión” (Santa Faustina. Diario, nº 186).
El Papa Juan Pablo II dijo en un discurso a los jóvenes: “Ir a Misa significa ir al Calvario para encontrarse con Él, nuestro Redentor”. Un encuentro de amor y de dolor con Jesús Crucificado: ésta es la participación en la Santa Misa.
Jesús me dijo que yo le agradaría más meditando su dolorosa Pasión. A través de esta meditación fluye mucha luz sobre mi alma. Quien quiera aprender la verdadera humildad, medite la Pasión de Jesús. Cuando medito la Pasión de Jesús, se me aclaran muchas cosas que antes no llegaba a comprender. Yo quiero parecerme a Ti, oh Jesús, a Ti crucificado, maltratado, humillado. ¡Oh Jesús!, imprime en mi alma y en mi corazón tu humildad. Jesús, te amo con locura. Te amo anonadado, como Te describe el profeta, que por los grandes sufrimientos no lograba ver en ti el aspecto humano. Dios Eterno e Inmenso, ¿qué ha hecho de Ti el amor…? (Santa Faustina. Diario, nº 267)
“Si yo encontrase a un Sacerdote y a un Ángel, saludaría primero al Sacerdote, después al Ángel… Si no hubiese Sacerdote, de nada serviría la Pasión y la Muerte de Jesús… ¿de qué serviría un cofre lleno de oro si no hubiera quien lo abriese?” (Santo Cura de Ars).

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