¿En qué se diferencian un monseñor, un obispo y un cardenal?
(ACI) ¿Es lo mismo un monseñor, un obispo o un cardenal? ¿En qué se diferencian? ¿Cómo se pueden identificar? Estas y otras preguntas son respondidas en este artículo.
Aquí una guía rápida de BeeCatholic para identificar a cada uno.
1. Monseñor
Por muchos siglos, el Papa solía conceder títulos honoríficos a los sacerdotes dentro de su Casa Pontificia. El título se amplió con los años y luego fue dado a sacerdotes fuera de Roma por recomendación de un obispo; sin embargo, hace unos años fue limitado por el Papa Francisco, volviendo a la práctica anterior.
Al ser miembros de la Casa Pontificia, los monseñores visten con el color púrpura (que está más cerca del magenta), una sotana con botones, ribetes y fajín, y por lo general, no tienen un solideo (el pequeño gorro que va sobre la cabeza) o una cruz pectoral. Estos dos últimos signos con distintos de los obispos y cardenales.
El color púrpura está conectado a la tradición en el Imperio Romano para vestir a nuevos dignatarios con una toga púrpura. En la heráldica medieval, el color simbolizaba la justicia, la majestad real y la soberanía.
2. Obispo
La mayor parte de la historia de la Iglesia el verde fue el color para los obispos. Este color aún se ve en el escudo de armas tradicional que elige cada obispo cuando es elegido. Sin embargo, en el siglo XVI el color se cambió a “rojo amaranto”, que se llama así en referencia al color de la flor de amaranto. Se asemeja al color fucsia.
Como tiene un color similar al púrpura, tiene un valor simbólico que apunta a la tarea del obispo de gobernar su diócesis local.
3. Cardenal
El nombre técnico para el color que usan los cardenales es “escarlata”. Este color los distingue como miembros del Colegio Cardenalicio y como “príncipes” de la Iglesia.
Cuando el Papa coloca la birreta (un sombrero con 3 o 4 esquinas que se usan como parte de la vestimenta litúrgica) en la parte superior de la cabeza del cardenal, dice: “(Esto es) escarlata como un signo de la dignidad del cardenalato, lo que significa su disposición a actuar con coraje, incluso al derramamiento de su sangre, al aumento de la fe cristiana, la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y la libertad y el crecimiento de la Santa Iglesia Romana”.
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