En este país europeo se produce un “éxodo escondido” de cristianos

Bosnia-Herzegovina sufrió a inicios de la década de 1990 la cruenta guerra que desmembró la entonces Yugoslavia, acabó con más de 97 mil vidas y ocasionó cerca de dos millones de desplazados.

El motivo de los enfrentamientos fue principalmente étnico y religioso, entre bosnios (musulmanes), serbios (cristianos ortodoxos) y croatas (católicos). A pesar de que la violencia disminuyó tras el tratado de paz firmado en 1995, aún prevalecen las tensiones y divisiones. El país también atraviesa por una difícil situación económica.

Además, el Cardenal Puljic dijo a fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que Bosnia y Herzegovina es una de las puertas de entrada a Europa para el islam radical, que se está extendiendo rápidamente por el viejo continente.

Preguntado sobre las causas del “éxodo escondido” de los cristianos, el Purpurado dijo a ACI Stampa –agencia en italiano del Grupo ACI– que esto sucede “porque somos una minoría”.

“El acuerdo de Dayton (firmado en 1995, que puso fin a la guerra en la ex-Yugoslavia) no otorga igualdad a todos los ciudadanos de Bosnia y Herzegovina. Los medios de comunicación son duros y muchos jóvenes se van porque están cansados de un clima en el que hay presión de ambos lados, tanto del lado serbio como del lado croata”.

También lamentó que “los políticos no trabajan para todos. Quienes son elegidos trabajan solo para sus electores”.

Por ello, prosiguió, “se necesita crear un estado donde los políticos electores trabajen por todos los ciudadanos, pero sobre todo para crear una igualdad a nivel jurídico. Una igualdad basada en los derechos humanos, que permita custodiar la identidad nacional y cultural del país y haga respetar la libertad religiosa”.

El Cardenal Puljic señaló que “nuestro pueblo católico tienen un gran problema. Hacemos lo que es posible, a nivel caritativo, a nivel pastoral y también práctico. Nuestras escuelas católicas, del más alto nivel, no solo son para católicos: todos pueden inscribirse. Y trabajamos en muchos proyectos, con jóvenes, con familias”.

Sin embargo, “aún tenemos un problema con el Gobierno para la restitución de las propiedades de la Iglesia. Es difícil obtener la devolución después de la nacionalización”.

El Arzobispo de Sarajevo lamentó que tras la visita del Papa Francisco al país en junio de 2015 “puedo decir que nada ha cambiado realmente a nivel práctico”.

Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Stampa.