Papa Francisco: La división entre cristianos contradice la voluntad del Señor
(ACI) El Papa Francisco llamó a la unidad entre los cristianos, pues su división “contradice la voluntad de Cristo”.
El Santo Padre hizo esta afirmación durante la oración ecuménica que realizó en el Centro Ecuménico del Consejo Ecuménico de las Iglesias (WCC) de Ginebra, Suiza, donde se encuentra de visita este jueves 21 de junio con motivo del 70º de su fundación.
En su discurso, ante representantes de las diferentes Iglesias que conforman el WWC, el Papa recordó las palabras del Apóstol Pablo a los Gálatas, en las que invita a la comunidad cristiana a ponerse en camino, y explica que el cristiano se encuentra ante dos posibles recorridos en la vida: el del Espíritu Santo, es decir, “el itinerario inaugurado por el Bautismo”, y el de la mundanidad, que supone “intentar realizarse buscando la vía de la posesión, la lógica del egoísmo”.
En este sentido, el Santo Padre indicó que “a lo largo de la historia, las divisiones entre cristianos se han producido con frecuencia porque fundamentalmente se introducía una mentalidad mundana en la vida de las comunidades: primero se buscaban los propios intereses, solo después los de Jesucristo”.
En estas situaciones, continuó el Pontífice, “el enemigo de Dios y del hombre lo tuvo fácil para separarnos, porque la dirección que perseguíamos era la de la carne, no la del Espíritu. Incluso algunos intentos del pasado para poner fin a estas divisiones han fracasado estrepitosamente, porque estaban inspirados principalmente en una lógica mundana”.
“Pero el movimiento ecuménico, al que tanto ha contribuido el Consejo Ecuménico de las Iglesias, surgió por la gracia del Espíritu Santo. El ecumenismo nos ha puesto en camino siguiendo la voluntad de Jesús, y progresará si, caminando bajo la guía del Espíritu, rechaza cualquier repliegue autorreferencial”.
Por ello, destacó la importancia del 70º aniversario del Consejo Ecuménico de las Iglesias para fortalecer ese impulso ecuménico: Pedimos al Espíritu que fortalezca nuestro caminar”.
Lamentó que con demasiada frecuencia el camino ecuménico “se detiene ante las diferencias que persisten; con frecuencia se bloquea al empezar, desgastado por el pesimismo. Las distancias no son excusas; se puede desde ahora caminar según el Espíritu: rezar, evangelizar, servir juntos, esto es posible y agradable a Dios. Caminar juntos, orar juntos, trabajar juntos: he aquí nuestro camino fundamental”.
“Este camino tiene una meta precisa: la unidad. La vía contraria, la de la división, conduce a guerras y destrucciones. El Señor nos pide que invoquemos continuamente la vía de la comunión, que conduce a la paz. La división, en efecto, contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura. El Señor nos pide unidad; el mundo, desgarrado por tantas divisiones que afectan principalmente a los más débiles, invoca unidad”.
Francisco insistió: “Caminar juntos para nosotros cristianos no es una estrategia para hacer valer más nuestro peso, sino que es un acto de obediencia al Señor y de amor al mundo”.
Siguiendo la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas, el Papa reflexionó sobre las características de ese camino: “caminar es una disciplina, un esfuerzo, se necesita cada día paciencia y un entrenamiento constante. Es preciso renunciar a muchos caminos para elegir el que conduce a la meta y reavivar la memoria para no perderla”.
“Caminar –continuó– requiere la humildad de volver sobre los propios pasos y la preocupación por los compañeros de viaje, porque únicamente juntos se camina bien. Caminar, en definitiva, exige una continua conversión de uno mismo”.
Finalizada la oración ecuménica y el discurso, el Santo Padre mantendrá un almuerzo con los representantes de la WCC y posteriormente presidirá el Encuentro Ecuménico.
El Consejo Mundial de Iglesias o Consejo Ecuménico de las Iglesias (World Council of Churches, WCC) fue fundado por 147 iglesias el 23 de agosto de 1948 y tiene su sede en Ginebra. A ella pertenecen unas 348 iglesias que engloban a 600 millones de cristianos en más de 120 países.
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