Advocaciones Marianas: Virgen de los Desamparados
La Virgen de los Desamparados es una advocación mariana que tiene su origen en la comunidad valenciana, en España, donde también se la conoce como mare de deus des desamparats. Es patrona de las ciudades de Gandía, Valencia y de los floristas españoles.
Esta representada en una talla de un metro y 33 centímetros realizada en 1966 por Octavio Vicent por encargo del capellán mayor de la basílica y es apodada cariñosamente como la jorobadita o geperundeta por la leve inclinación de su cabeza hacia abajo.
Porta un niño y una azucena que simboliza pureza y a veces se representa una réplica en madera con flores que le son adheridas en determinadas épocas del año a modo de ofrenda fundamentalmente en la época de fallas, por sus fieles devotos y por las falleras vestidas con su traje típico, justo antes de la mascletá y de la cremá. La original va cubierta además por un manto tejido a modo de casulla bordada en hilo de oro y a sus pies lleva dos ángeles al amparo.
Esta custodiada en la basílica del mismo nombre, de estilo renacentista con elementos barrocos en su interior, sita junto a la catedral, y su origen data del año 1407, año en el que el padre Jofre presenció la persecución y mofa de un perturbado que deambulaba por la ciudad por parte de la plebe y a raíz de este acontecimiento y después de enfrentarse a los acosadores fundo una congregación que era a su vez albergue y hospital para proteger a los mas desamparados de la sociedad.
Esto lo describió en un sermón que se difundió por la ciudad en el que instaba a recoger a los pobres, dementes, hambrientos y desharrapados de Valencia para que no pululasen solos pudiendo ser así objeto de escarnio y persecuciones.
Esta iniciativa fue respaldada por el gremio de comerciantes y artesanos, los cuales aportaron fondos para su fundación.
El hospicio de los desamparados fue fundado en el año 1410 para albergar a los niños huérfanos y el hospital del mismo nombre se amplio a todas las personas que necesitaban cobijo, asilo o pasaban penalidades y se sostenía mediante limosnas de los feligreses.
A lo largo de los años fue evolucionando hasta tomar el nombre de hospital general que estaba regido por la congregación de la virgen de los desamparados, una hermandad integrada por religiosas y administrada por la junta provincial de la beneficencia de Valencia, entidad que recogía los donativos para la causa.
El 21 de abril de 1885 el papa León XIII concedió una bula pontificia en la que declaraba a la virgen de los desamparados patrona de valencia.
Su coronación canónica fue impulsada por el cardenal Enrique Reig Casanova y se llevo a cabo a instancias del papa Benedicto XV en el año 1923 en una ceremonia con la presencia de los entonces reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia donde a la escultura de la virgen le fue impuesta una corona confeccionada con joyas donadas por los valencianos.
Para la ocasión se estrenó el himno oficial de la virgen compuesto por Luis Romeu con letra de José María Juan García, que es cantado en todas sus efemérides.
Durante la guerra de la independencia el capitán general de valencia, general Caro pidió que la talla se convirtiera en capitana general de los ejércitos para conmemorar que Valencia se había defendido de la invasión de las tropas de Napoleón por eso a veces lleva como atributos un fajín y una vara de mando.
En la guerra civil quedó muy malograda y fue restaurada por Carmelo Vicent Suria.
Su festividad se conmemora la segunda semana de mayo con una misa oficiada por el arzobispo de Valencia en la basílica de los desamparados donde es flanqueada por un tapiz floral tejido por artesanos autóctonos y es llevada en procesión.
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