No dejaré mi tierra para que otros la saqueen, dice cristiano que fue rehén de ISIS
(ACI).- Rahel Ishaq es un cristiano de la ciudad de Qaraqosh, en Irak, que fue secuestrado por el Estados Islámico (ISIS) junto con cuatro de sus once hijos. Tras su liberación expresó que “no dejaré mi tierra para que otros la saqueen”.
En un video producido por la Fundación Pontificia Ayuda al Iglesia Necesitada (ACN), Rahel contó que antes de la llegada de los yihadistas en agosto de 2014, junto con su esposa y sus hijos “éramos granjeros. Cultivábamos muchos acres de tierra”.
“Criaba un rebaño y tenía un pequeño hotel. Éramos una familia de recursos. Manejaba mi negocio con mi esposa y mis once hijos: cinco hijas y seis hijos”, comentó.
“Nos preparábamos para salir de Qaraqosh en nuestros autos cuando cuatro de mis hijos y yo fuimos secuestrados por ISIS”, indicó en el video.
A pesar de que muchos cristianos han manifestado que no regresarán a sus ciudades en la Llanura de Nínive debido a que sus propiedades están destruidas y por el miedo, Rahel afirmó que “mi fe en Jesucristo me da la fuerza para vivir en esta tierra”.
“Todas mis posesiones están en Qaraqosh: mi tierra, mis negocios, mi vida entera. No quiero irme y tener que vivir como sirviente en Europa o en algún otro lugar. No dejaré mi tierra para que otros la saqueen”, manifestó.
“Tenemos una fe fuerte en Jesucristo. Desde el momento en que llegó el Islam a estas tierras hemos sido perseguidos. Nací en esta tierra y aquí he vivido toda mi vida. No quiero dejar esta tierra”, agregó.
Según el reporte elaborado por el sacerdote iraquí, P. Martin Banni, antes de la llegada del ISIS vivían en Qaraqosh unas 50 mil personas.
Cuando fue invadida por los terroristas quedaron 25 mil habitantes y tras la liberación de la liberación de la urbe en octubre de 2016 han regresado mil familias.(ACI).- Rahel Ishaq es un cristiano de la ciudad de Qaraqosh, en Irak, que fue secuestrado por el Estados Islámico (ISIS) junto con cuatro de sus once hijos. Tras su liberación expresó que “no dejaré mi tierra para que otros la saqueen”.
En un video producido por la Fundación Pontificia Ayuda al Iglesia Necesitada (ACN), Rahel contó que antes de la llegada de los yihadistas en agosto de 2014, junto con su esposa y sus hijos “éramos granjeros. Cultivábamos muchos acres de tierra”.
“Criaba un rebaño y tenía un pequeño hotel. Éramos una familia de recursos. Manejaba mi negocio con mi esposa y mis once hijos: cinco hijas y seis hijos”, comentó.
“Nos preparábamos para salir de Qaraqosh en nuestros autos cuando cuatro de mis hijos y yo fuimos secuestrados por ISIS”, indicó en el video.
A pesar de que muchos cristianos han manifestado que no regresarán a sus ciudades en la Llanura de Nínive debido a que sus propiedades están destruidas y por el miedo, Rahel afirmó que “mi fe en Jesucristo me da la fuerza para vivir en esta tierra”.
“Todas mis posesiones están en Qaraqosh: mi tierra, mis negocios, mi vida entera. No quiero irme y tener que vivir como sirviente en Europa o en algún otro lugar. No dejaré mi tierra para que otros la saqueen”, manifestó.
“Tenemos una fe fuerte en Jesucristo. Desde el momento en que llegó el Islam a estas tierras hemos sido perseguidos. Nací en esta tierra y aquí he vivido toda mi vida. No quiero dejar esta tierra”, agregó.
Según el reporte elaborado por el sacerdote iraquí, P. Martin Banni, antes de la llegada del ISIS vivían en Qaraqosh unas 50 mil personas.
Cuando fue invadida por los terroristas quedaron 25 mil habitantes y tras la liberación de la liberación de la urbe en octubre de 2016 han regresado mil familias.
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