Cercanía del Papa Francisco con los pobres, refugiados, sin techo y detenidos en Génova
(Radio Vaticano). En el marco de la Visita Pastoral del Papa Francisco a Génova, la XVII Visita del Pontífice en Italia, el Santo Padre almorzó con los pobres, refugiados, sin techo y detenidos de esta ciudad, en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia.
En su intenso programa, el Sucesor de Pedro también ha querido abrazar las diversas realidades que componen el tejido social de la ciudad, mostrando su cercanía con las personas descartadas por la sociedad. Han sido alrededor de 130 los comensales que asistieron a la “Sala del Caminetto”, del Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, entre ellos: 11 presos de dos cárceles de Génova, 5 provenientes de la cárcel de Marassi y 6 detenidos de la cárcel de Pontedecimo; también fueron invitadas personas pobres y sin hogar, que son asistidos por numerosas asociaciones eclesiales; además de migrantes y solicitantes de asilo alojados en las diversas estructuras de la diócesis.
Con ellos, el Papa compartió viandas típicas de la tradición genovesa, un plato de comida, sobrio pero esencial, hecho con las manos y con el corazón de las personas que trabajan allí, valorizando al más débil, alimentos preparados por las personas de la Cooperativa Social “San Jorge de la Guardia”. Un momento simbólico, un encuentro significativo en continuidad con la historia del Santuario, que desde sus orígenes ha distribuido los alimentos a los pobres, porque las manos y el corazón de la Madre de Jesús – Nuestra Señora de la Guardia, patrona de Génova – están siempre abiertas a sus hijos más débiles, en el espíritu y en el cuerpo.
De este modo, en su visita a Génova, el Papa Francisco vuelve a tocar los “temas candentes” y recurrentes de su pontificado: el anuncio de la alegría del Evangelio, la superación de la cultura del descarte, la falta de trabajo y oportunidades para los jóvenes, la denuncia de la mundanidad como un mal de nuestro tiempo, la propuesta de reforma de la Iglesia que muchas veces es auto-referencial y no misionera; y sobre todo, la acogida a los migrantes y los últimos de la sociedad.
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